Choque de trenes entre el PSOE y el PP en la comparecencia del consejero de Salud en la Junta General sobre el proceso de vacunaciones. El partido que sustenta al Gobierno regional y el primer partido de la oposición se cruzaron mutuas acusaciones sobre supuestas irregularidades en las listas de vacunación, tras la polémica suscitada al trascender que equipos directivos y liberados sindicales fueron vacunados antes que personal de primera línea y colectivos vulnerables. Después de tres horas y media de preguntas, el PP acabó pidiendo la dimisión de la gerente del Servicio de Salud del Principado (SESPA) y el consejero de Salud, Pablo Fernández, reprochando a los populares que “no puede pedir dimisiones quien no predica con el ejemplo”.

Las explicaciones de la gerente del SESPA a las primeras preguntas genéricas sobre las vacunaciones, realizadas por la diputada Sara Álvarez Rouco (Vox), no convencieron a la portavoz de Sanidad del PP, la diputada Beatriz Polledo. Concepción Saavedra declaró que los criterios seguidos para vacunar fueron “la vulnerabilidad y la probabilidad de riesgo de exposición”. Al ser preguntada por qué se vacunó antes a personal que no estaba en atención directa, la gerente del SESPA esgrimió que “se vacunaron unidades completas, que incluían no solo enfermeras sino también auxiliares y administrativos en función del criterio de prevención de riesgos laborales”.

Beatriz Polledo defendió que el personal liberado, condición bajo la que fue vacunada una edil socialista de Castrillón, “no está, claramente, en primera línea como los trabajadores que están en plantas covid y tienen que llevar EPIS horas y horas. Ahí está el problema y ahí está la polemica”.

Los datos

  • Los liberados reincorporados. El SESPA confirmó que 22 liberados sindicales ya han pedido reincorporarse a su puesto como refuerzo de la plantilla frente al Covid. Ningún diputado preguntó cuántos liberados sindicales hay en la sanidad pública asturiana. 
  • Ninguna pregunta sobre los 3.000 vacunados sin especificar . Ningún partido pidió explicación sobre este grupo que aparecía como vacunado en una tabla del Observatorio de Salud. 

El Consejero dejó los pormenores de la explicación del proceso de vacunación a Saavedra pero intervino para recalcar “que no es admisible que haya tratos de favor, que no consentiremos” y luego rechazó que “se falte al respeto, de manera infundada”, a quien han desarrollado “un modelo puesto de ejemplo en el resto del país”.

Ni Podemos ni Ciudadanos preguntaron sobre el orden de vacunación para que la primera comparecencia del consejero de Salud en casi 100 días no fuera “un monocultivo” y pudiera responder a otras cuestiones relacionadas con la gestión de la pandemia.

Ovidio Zapico, diputado de IU, fue el primer diputado en pedir explicaciones de manera directa sobre las vacunaciones en el Montepío de la Minera y en la residencia de mayores Camilo Beceña de Cangas de Onís, “donde se vacunó a una concejal del PP y a un señor con alzacuellos y sotana”, en alusión al párroco local. La respuesta de Saavedra fue que “se dieron instrucciones muy claras de vacunar solo a trabajadores y residentes; no había lugar a la interpretación”. La gerente del SESPA añadió que un Comité Técnico interdisciplinar analizará “si se actuó adecuadamente en dichas vacunaciones”. En el turno final de palabra, los ánimos entre socialistas y populares se caldearon. Beatriz Polledo exigió la dimisión de Concepción Saavedra y recomendó que se investiguen “las presiones para hacer una prueba de antígenos a una familiar de una alto cargo del PSOE” en el Oriente. La diputada Carmen Eva Pérez Ordieres subrayó las diferencias entre las vacunaciones de la edil del PSOE y la del PP: “Los liberados sindicales son trabajadores lo dice la ley (...) pero una concejala de Servicios Sociales no es una trabajadora”. Y el consejero de Salud, Pablo Fernández, reprochó al PP, sin nombrarlo, que “no puede exigir dimisiones quien no predica con el ejemplo. Solucionen sus crisis internas y decidan si quieren ser populares o populistas”.