La Fiscalía del Principado de Asturias ha iniciado unas diligencias de investigación por si hubiera habido irregularidades en el orden de vacunación de sanitarios en la región. La Fiscalía actúa tras recibirse una denuncia de la asociación sindical Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) por presuntas irregularidades en la estrategia de vacunación frente al COVID-19 en Asturias. Unas dudas que han sido motivo de amplio debate en la región y en toda España y que han obligado, incluso, a la comparecencia en la comisión de Sanidad en la Junta General del Principado de los responsables de la Consejería y del Servicio de Salud del Principado.

Según la denuncia, a la que acompaña documentación, no se están cumpliendo los criterios de vacunación del documento técnico de la estrategia de vacunación publicado por el Ministerio de Sanidad, “vacunándose a personal perteneciente al grupo poblacional 3 (otro personal sanitario y sociosanitario), a pesar de que en dicho documento se dice tajantemente que no se puede vacunar al grupo 3 hasta que estén vacunados completamente los grupos 1 (residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes) y 2 (personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario)”. 

La Fiscalía ha procedido a nombrar instructor. Una vez finalizadas las diligencias de investigación incoadas, si se constatan indicios de delito en los hechos denunciados se presentará la correspondiente denuncia o querella ante el juzgado competente. En caso contrario, se dictará un decreto de archivo, que no es recurrible, aunque el denunciante podría reiterar su denuncia ante el juzgado correspondiente si lo considerara oportuno.

Desde la CSI se lleva insistiendo, desde mediados del mes de enero, de que había áreas sanitarias donde no se estaba respetando la estrategia de vacunación marcada por el Ministerio de Sanidad. "Son estrategias que no marcó nuestro sindicato, ni Asturias, ni una gerencia u otra. Las marcó el Ministerio", recalcan desde CSI. Y esa estrategia decía que se ponía como colectivo prioritario de vacunación a los residentes en geriátricos así como al personal sanitario y sociosanitario de esas residencias; luego, a los sanitarios "con atención directa a pacientes o que tienen contacto con las muestras biológicas de pacientes con covid, y a continuación al resto del personal sanitario", explican portavoces de la Corriente.

Sin embargo, desde el sindicato se tenía constancia de que "se ha vacunado a personal del grupo 3 antes de terminar con el grupo 2. Y eso, que no sería un problema si hubiera un volumen suficiente de vacunas, se convierte en problemático porque las vacunas son limitadas. Y eso propicia que se quede sin vacunar personal como celadores, auxiliares, enfermeras y otros, cuando hay trabajadores de despacho y gente de menos riesgo que ha sido vacunada", explicó un portavoz de la CSI en el área IV.