Sistemas de códigos QR y test de antígenos para celebrar bodas son algunas de las propuestas que sopesa la hostelería y restauración asturianas para abrir con seguridad e intentar impulsar el sector cuando se levanten los confinamientos. El modelo del código QR –que ahora se implanta en Castilla-La Mancha– ya fue propuesto hace meses al Principado, pero sin éxito, según confirmaron ayer fuentes del sector. El de los test de antígenos, aún no lo han podido presentar.
La hostelería de Castilla-La Mancha podrá abrir hoy después de 26 días. Pero para acceder a los locales será necesario que sus propietarios se hayan registrado y descargado una aplicación, y que los clientes hayan hecho lo mismo en su móvil para contar con un código QR único e intransferible. De esa manera, el que acceda a un establecimiento deberá mostrar su código y así, en caso de que se produzca un positivo, los rastreadores tendrán mucho más fácil su labor, ya que podrán acotar qué personas estuvieron determinado día y tramo horario en ese local. Esta medida permitirá que, por ejemplo, no se tengan que hacer miles de pruebas como ocurrió cuando se detectaron positivos en locales de Oviedo y de Gijón al inicio de la segunda ola.
Ni la idea ni el sistema, impulsado por el gobierno de Castilla-La Mancha y con carácter obligatorio, son nuevos. La patronal asturiana de la hostelería y el turismo, Otea, ya la exploró hace meses. Incluso tenía nombre para el registro: “salirdebares”. Pero no prosperó. Sí lo hizo un sistema similar en el Salón del Mueble y el Hogar que se celebró en la Feria de Muestras el verano pasado. Y fue un éxito, así que el modelo no cayó en el olvido, sobre todo teniendo en cuenta que el Ejecutivo regional apostó por el Radar Covid sin obtener resultados satisfactorios.
Los hosteleros asturianos siguen ideando fórmulas que les permitan abrir con seguridad y celebrar de nuevo fiestas y bodas sin riesgo para sus clientes. Ahora, sobre la mesa, está el proyecto de realizar test de antígenos a todos aquellos que participen en un enlace. No tiene la fiabilidad de una prueba PCR, pero es rápido, más barato y permitiría crear espacios burbuja en los que solo participarían los invitados y el personal que atiende el banquete.
De momento en Asturias sigue funcionando el modelo tradicional de papel y bolígrafo, no solo en la hostelería, sino también en otros negocios, como las peluquerías.
Los hosteleros siguen buscando fórmulas que les permitan volver a abrir sus negocios con total seguridad, pero coinciden en señalar que debería implantarse un sistema a nivel nacional en cuanto se permita la movilidad.
Las claves
- La propuesta. La aplicación de los hosteleros asturianos para el registro y el código QR se llamaba “salirdebares”.
- Los test. Las pruebas de antígenos permitiría detectar si hay casos positivo y evitar su participación en las celebraciones.
- Un sistema nacional. La hostelería defiende que se implante un sistema de ámbito nacional cuando se recupere la movilidad.
Restricciones de aplicación en toda Asturias
Cierre perimetral indefinido de Asturias.
Toque de queda de 22.00 a 6.00 horas.
Prohibido fumar en las terrazas.
Ocupación máxima de 4 personas por mesa, con dos metros de distancia entre las sillas de distintas mesas y sin servicio en barra.
Cierre de hostelería y comercio, incluidos los supermercados, a las 20.00 horas. Bares, restaurantes, cafeterías y sidrerías dejan de recibir clientes a las 19.30 horas.
Listados de personas con positivos por covid que deban guardar cuarentena y de locales hosteleros con obligación de cierre temporal para el control por parte de la Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil..
La hostelería con servicio para recoger o servir a domicilio, hasta las 23.30 horas, pero sin servir en las instalaciones.
Restricciones de aforo vigentes en comercio, cultura, eventos, enseñanza universitaria...
Los velatorios quedan restringidos a un máximo de 25 personas al aire libre o 15 en espacios interiores. Para asistir a la misa del funeral rigen las mismas limitaciones que para el resto de eventos en lugares de culto, del 50% del aforo. Al enterramiento podrán asistir un máximo de 25 personas entre familiares y allegados.
