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“Hay menos exigencia y contenidos en clases semipresenciales”, dicen padres y docentes

Familias y profesores niegan que los alumnos estén aprendiendo al ritmo del curso pasado, como afirma Educación basándose en las notas

Alumnos en una clase en Gijón. | JUAN PLAZA

Familias y profesores advirtieron ayer a Educación que las notas obtenidas en las primeras evaluaciones de este curso y el anterior “no se pueden comparar” para concluir que la semipresencialidad no está pasando factura a los alumnos. “Un 8 de hoy no es lo mismo que un 8 de antes”, insistieron. El motivo: que las enseñanzas han sido “adaptadas” desde inicio de curso, “menguando contenidos y exigencia” para los estudiantes que alternan un día en el aula y otro día en casa. Padres y docentes acusan a la consejera Carmen Suárez de obviar esta singularidad y de asegurar, en base a un informe del servicio de Inspección, que los estudiantes en régimen de semipresencialidad “están adquiriendo las competencias”, al “no ser significativas” las diferencias en las calificaciones de un curso a otro.

Estas afirmaciones provocaron ayer el enfado de familias y profesores. “El sistema semipresencial es objetivamente peor. Los alumnos pueden estar sacando las mismas notas o incluso mejores que el curso pasado, pero el aprendizaje no es el mismo. En algunas asignaturas, el profesor ha dado un tema cuando tenía que haber dado tres. Y en otras, el docente ha impartido los temas que tocaba pero por alto”, argumentó María Sampedro, madre del instituto La Ería de Oviedo y miembro de la plataforma “Asturias por una educación presencial, segura y de calidad sin discriminación”.

Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE, el sindicato mayoritario en la pública, hizo el mismo análisis: “Lo que no se ha explicado en el parlamento asturiano es que los docentes, siguiendo las instrucciones de la Consejería, han adaptado las enseñanzas de sus materias, menguando contenidos y exigencia, para las clases semipresenciales. Por lo tanto, no se está comparando cosas iguales”.

Tampoco ha logrado frenar el malestar de la comunidad escolar el anuncio de Educación de que revertirá la semipresencialidad, tras un informe del servicio de Inspección, en 14 de los 35 institutos que desde inicio de curso alternan en 3.º y 4.º de la ESO y 1.º de Bachillerato un día de estudio en el aula y otro en casa. La plataforma de padres en contra de la semipresencialidad valora el “cambio de actitud” del equipo de Carmen Suárez, pero ve la solución de las aulas espejo como “una tirita”. “Todo lo que sea que un niño vuelva a la presencialidad ya es una victoria. Aun así, seguiremos luchando. No hay que olvidar que la existencia de aulas espejo supone que los estudiantes van a estar viendo la clase igualmente a través de una pantalla y que la vuelta a la presencialidad en esos 14 institutos no beneficiará a todos los jóvenes. Por ejemplo, en el Astures (de Lugones), 4.º de la ESO seguirá con el sistema semipresencial”, explicó Sampedro.

Para ANPE y UGT, el “paso significativo” que Educación dijo que daría contra la semipresencialidad supone una “nueva improvisación” y una “chapuza”, que convierte en “guardería” a Secundaria y Bachillerato. “Se trata de una operación de maquillaje para acallar las voces críticas de las familias, trasladando el efecto guardería a Secundaria y Bachillerato. Porque lo cierto es que nada cambia”, defendió Gumersindo Rodríguez, de ANPE. Y se explica: en primer lugar, “los alumnos ubicados en aulas espejo seguirán las clases a través de una pantalla de televisión o un ordenador, en un aula sin profesor de la asignatura”; en segundo lugar, “las aulas de FP no quedarán vacías hasta finales de marzo, principios de abril, como pronto”, y en tercer lugar, “respecto de la reubicaciones y aprovechamiento de espacios, lo único que demuestran es que la planificación estaba mal hecha, porque son decisiones que podían haberse tomado en el inicio de curso, aprovechando los espacios ofrecidos por los ayuntamientos”.

UGT, por su parte, hizo hincapié en que “solo” los alumnos de 14 institutos volverán a las aulas. Esto significa que “22 continúan con la semipresencialidad, lo cual no hace más que ahondar en el agravio comparativo que ya se venía produciendo”. “Es inadmisible que algo que habíamos advertido desde el inicio de curso no haya sido admitido hasta que se produce un informe de Inspección, pero aun más indignante es el reconocimiento de existencia de espacio y que tampoco se emplee al profesorado extra necesario para finalizar el curso con dignidad”, denunció el secretario general del sindicato, Cristóbal Puente.

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