Las organizaciones empresariales ofrecen brazos para las vacunas y se brindan a colaborar con sus medios en la agilización del plan asturiano de vacunación. Fátima Báñez, exministra de Empleo en los gobiernos de Mariano Rajoy y ahora presidenta de la Fundación CEOE, vino ayer a decírselo al presidente socialista del Principado, Adrián Barbón, a quien puso al corriente de la disposición de la patronal y por extensión de las empresas asturianas para cooperar, aclaran que de forma altruista y “humilde”, en la aceleración del ritmo de administración de vacunas.

Báñez dijo haber traído a la entrevista el despliegue de “una batería de opciones” sobre la modalidad del apoyo que pueden prestar, si el Gobierno lo acepta, y que se concreta en la puesta a disposición de la autoridad sanitaria asturiana de “centros temporales”, de las mutuas de accidentes de trabajo “porque en todo el Principado hay 23 con doscientas personas entre médicos, enfermeros y auxiliares”, o de toda la sanidad privada. La exministra, que acudió a entrevistarse con Barbón acompañada por el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, dijo traer experiencias de éxito en este país y otros de los que “más están acertando con la rapidez de la vacunación” y precisó que en todo caso debe ser el Gobierno quien escoja, si acepta, la modalidad más adecuada de apoyo.

Feito presentó al tejido empresarial asturiano como posible “brazo ejecutor” de esta oferta de ayuda que Báñez definió como “generosa” y planteada “con la mayor humildad” y que justificó porque “más allá de la capacidad que tienen la sanidad pública y privada en esta tierra, también queremos colaborar para que todos juntos consigamos ese setenta por ciento de vacunación en verano para que la recuperación de los asturianos y de la sociedad española llegue lo antes posible”.

A juicio de la exministra, “en este momento de crisis, el tejido empresarial está para ayudar, para ser parte de una solución en la que tenemos dos palancas: una vacunación rápida y eficiente en el menor tiempo posible, poniendo toda la capacidad instalada que tiene Asturias, y los fondos europeos para la recuperación económica y del empleo”. Inserta ahí su oferta de ayuda como el resultado de una pulsión de servicio público y apostilla que la colaboración “es nuestro deber con las personas, empezando por nuestros trabajadores, pero también con toda la sociedad”.

En esta misma línea de presentación de las alternativas de colaboración de las empresas en la recuperación del terreno perdido, la presidenta de la Fundación CEOE también vino a sondear las posibilidades de incorporación de Asturias al plan “Sumamos salud y economía”, una iniciativa que apadrina la entidad, a la que se han adherido ya la Comunidad de Madrid y Castilla y León y que lleva en su denominación “una declaración de intenciones”. Se trata de “ayudar a las autoridades asturianas en la lucha contra la pandemia para favorecer la salud y la vida de las personas, pero también la economía y el empleo, mediante una serie de acciones que estamos poniendo en marcha para intentar amplificar lo que las autoridades sanitarias nos han indicado que es lo mejor contra el virus: el testeo, el rastreo y la concienciación ciudadana”.

En la práctica, allí donde se ha implantado, el programa se sustancia en el apoyo de las empresas a las administraciones mediante la realización de test masivos y recurrentes en las grandes empresas y en la instalación de “centros temporales” para hacer pruebas en las pequeñas y medianas, así como en el lanzamiento de campañas de concienciación para la instalación de la aplicación de rastreo “Radar covid”.

En este terreno de la sensibilización colectiva, las empresas también se comprometen a elaborar programas de aliento a la responsabilidad y el respeto a los protocolos sanitarios y asocian todas estas acciones a otras de “acompañamiento y reinserción laboral” para desempleados de larga duración, con especial atención a los más vulnerables. Los promotores de la iniciativa dejaron la propuesta en la mesa del presidente y del consejero de Salud, Pablo Fernández, y el Principado no les dio ayer respuesta pública alguna.