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Luis Antuña Montes | Nuevo presidente del Colegio de Médicos de Asturias

“El ‘café para todos’ en los salarios de los médicos no favorece a la sanidad pública”

“Es un error obligar a los facultativos a jubilarse antes de los 70 años”

Luis Antuña, ayer, en la sede del Colegio de Médicos, con la fuente de la plaza de América al fondo. | Miki López

Ha dormido pocas horas. Su teléfono vibra sobre la mesa sin parar. No tenía Whatsapp hasta hace poco más de dos semanas y dice que va a quitar esta aplicación “en cuanto pueda”. Luis Antuña Montes fue elegido anteayer, viernes, presidente del Colegio de Médicos de Asturias. Nacido en Gijón, en 1969, es ovetense y oviedista militante, y Luanco es su patria durante el verano y siempre que puede escaparse. El jefe del servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) inicia un mandato de cuatro años al frente de una institución que, a día de hoy, agrupa a 6.671 profesionales de la medicina.

–¿Qué le han dicho su padre, su mujer y su hermana, todos ellos médicos?

–Me gustaría hablar de toda la familia. Todos mis hermanos y mi madre se han alegrado mucho. Para mi padre, que va camino de los 88 años, es una gran satisfacción.

–¿Debe su vocación de médico a su padre?

–Sí, aunque somos dos perfiles distintos. Mi padre es estomatólogo y ejerció como cirujano maxilofacial muchos años en la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga. Él siempre me dice que no hago más que meterme en líos. Pero sí, le debo la vocación médica, y tanto a él como a mi madre el haber intentado que sea una buena persona. Creo que eso es lo que me ha traído hasta aquí. He llegado aquí no por mi nivel intelectual ni por mi capacidad de trabajo, sino por intentar ser como me enseñaron en mi casa.

–¿Cómo vivió la jornada electoral y el conjunto del proceso?

–La empecé bien. En un momento dado me entró la duda. Después volví a la situación del día anterior, en la que la expectativa era buena. Vuelvo a agradecer a mis compañeros la estoica espera para votar.

–¿Por qué esa cola si realmente votó poca gente?

–No fuimos lo diligentes que deberíamos haber sido. Llevábamos veinte años sin elecciones y había falta de rodaje. Deberíamos haber organizado las elecciones pensando que iban a votar 6.600 médicos, y es evidente que eso no era posible con la infraestructura del viernes.

–¿Cómo valora el índice de participación, inferior al 30 por ciento, por debajo de los registrados en 1994 y 2001?

–Un 27 por ciento de participación, después de veinte años de elecciones, en un contexto de pandemia... pues hay que darle valor. Yo habría preferido un 70 por ciento, claro. En el Colegio de Médicos de Madrid, recientemente, tras una campaña intensísima, votó un 10 por ciento de los médicos.

–Muy pocos votos por correo: 35. ¿Se dieron pocas facilidades a los médicos de las alas?

–Es evidente que el sistema de votación que figura en los estatutos perjudicó a los médicos que residen lejos de las sedes de Oviedo, Gijón y Avilés.

–¿Fue un error no colocar urnas en los hospitales de cabecera de cada área, como en 2001?

–Visto a posteriori, resulta evidente que se deberían haber facilitado las cosas a los votantes. Había una junta electoral encargada de organizar todo esto, pero no quiero trasladarles toda la responsabilidad. Insisto en que ni mi candidatura ni la otra hicieron ninguna propuesta en esta línea. Esto tiene que servirnos de experiencia, y no puede haber unas elecciones en las que no se haga todo lo posible para que participen los 6.600 médicos colegiados.

Estoy en contra de que se prohíba compatibilizar la sanidad pública con la privada a los jefes de servicio y de sección

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–La otra candidatura propuso suspender las elecciones e implantar el voto telemático...

–Entiendo que podrían haberse aumentado las posibilidades del voto presencial. El voto telemático no lo contemplaban los estatutos y la junta electoral consideró que no se podía facilitar en estas elecciones.

–Anteanoche hablaba de echar a andar al Colegio.

–El Colegio está funcionando. Me refería a la necesidad de redireccionar el Colegio. Es un perfecto desconocido para muchos médicos jóvenes y no tan jóvenes. Lo primero que tenemos que hacer es que todos los médicos visualicemos el Colegio como una institución que vela por nuestra profesión. Pero creo que no es suficiente eso...

–¿Qué más propone?

–Si llevamos veinte años sin elecciones es porque solo se presentaba una candidatura. ¿Por qué?_Probablemente porque el Colegio no interesaba a la mayoría de los médicos. Las instituciones que son atractivas suelen tener candidatos a dirigirlas. Tenemos que ser capaces de hacer atractivo el Colegio y que mucha gente quiera participar.

–¿Tiene ya previstos nuevos servicios que el Colegio pueda prestar a los médicos?

–Tenemos que poner en marcha un servicio de asesoramiento dirigido específicamente a los médicos en formación. Si alguien puede aportar algo a los médicos jóvenes son los médicos mayores. Por otro lado, tenemos que ser más sensibles con nuestros mayores, con los médicos jubilados. Ellos nos han enseñado lo que sabemos. Ahora nos toca ayudarles. Hay una demanda referida a la asistencia sanitaria que reciben después de jubilarse. Hay muchas quejas del trato recibido de sus excompañeros. Eso no podemos permitirlo, aunque quizá tengamos que explorar otro tipo de asistencia.

Desde este nuevo cargo, ¿trabajará más por la creación de la especialidad de urgenciología?

–El término es un poco rebuscado. Yo lo que sé es que me dedico a la medicina de urgencias y emergencias, que es una realidad social y profesional. La ciudadanía utiliza mucho los servicios de urgencias y se ve muy beneficiada por la actividad que prestamos. Es un tipo de medicina que ejercemos de forma reglada, con sus protocolos y su cuerpo doctrinal, y que queremos convertir en una especialidad. Pero me han elegido presidente del Colegio de Médicos, de todos los médicos. Y desde el Colegio apoyaremos a ese colectivo de médicos y a todos los demás.

–Quizá usted sea el primer presidente colegial de Asturias que solo ejerce en la sanidad pública.

–Lo veo con absoluta normalidad. Era lógico que llegara ese momento, porque en Asturias somos muchos los médicos que solo trabajamos en el sistema público. Soy un defensor a ultranza de la sanidad pública y de la coexistencia entre la pública y la privada.

¿Está de acuerdo con el régimen de dedicación exclusiva que se exige a los jefes de servicio y de sección de la sanidad pública asturiana?

–Personalmente, no. No sé si algún día tuvo sentido, pero si queremos una sanidad de alta calidad y competitiva, debemos tratar de tener a los mejores. No veo ningún sentido a todo lo que sea poner trabas para que en la sanidad pública estén los mejores. Entiendo que lo mejor para nuestro Servicio de Salud (Sespa) es avanzar hacia una visión competitiva.

–¿Entrará el Colegio de Médicos en el debate por la escasez de profesionales?

–Sí, por supuesto. Es evidente que hay escasez de profesionales. Hay muchos factores, pero lo que no tiene discusión es que, si no somos competitivos, nuestros médicos se irán a otra comunidad autónoma o a otro país, y no vendrá nadie. Es imprescindible que las condiciones profesionales y laborales sean las idóneas.

–En la sanidad pública parece imposible implantar un sistema que premie a los mejores.

–El “café para todos” en el salario de los médicos no favorece a la sanidad pública. Sería muy positivo cambiar esa rigidez administrativa. Hablo de la sanidad pública y de cualquier empresa. Es difícil cambiar eso, pero es posible. Vuelvo a la cuestión de atraer talento, y eso requiere incentivos no solo económicos, sino de desarrollo profesional, de carrera, y ahí el Colegio tiene mucho que decir.

–¿Apoyará el Colegio cambios en la edad de jubilación de los médicos de la sanidad pública, de manera que no sea obligatorio jubilarse antes de los 70 años?

–No tiene mucho sentido jubilar de forma obligatoria a los 65 o 66 años en una profesión basada en el conocimiento. Es un error. Hay que dar oportunidades de continuar hasta los 70. Están en una edad ideal para transmitir experiencia y conocimientos. Además, existe una demanda. Trabajaremos desde el Colegio en esa línea.

–Resulta evidente que la población se siente ahora mismo mejor atendida en los hospitales que en los centros de salud. ¿Cómo ve el futuro de la telemedicina?

–Ante la pandemia, la respuesta de Atención Primaria ha sido, por lo menos, tan comprometida como la del resto de los profesionales sanitarios. La asistencia telefónica ya existía, y ahora durante un tiempo se ha generalizado. Pero hemos de tener en cuenta que el contacto personal con el paciente es inherente a la medicina.

–¿Cómo queda ahora su militancia en el Partido Popular?

–Era militante del PP y me he dado de baja porque considero que el presidente de un colegio profesional no puede militar en un partido político. Sigo teniendo mis ideas, principios y valores, pero la ideología se queda a la puerta. En toda mi vida profesional he trabajado con todo el mundo sin hacer distingos por militancias.

–Pues hemos terminado...

–Puedo decir algo más.

–Claro.

–Es que ante todo quiero ser agradecido. Y quiero transmitir mi agradecimiento a Venancio Martínez y a los miembros de su candidatura. También agradecer el trabajo de los integrantes de mi candidatura: creo que he acertado plenamente. Y el trabajo de Alejandro Braña en sus ocho años de presidente. Nos deja un Colegio saneado y una buena estabilidad institucional. 

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