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Las UCI encadenan cuatro días de bajada de ocupación y superan la situación crítica

Los hospitales se relajan tras unas semanas en las que, sin llegar a los picos de la segunda ola, la afluencia de enfermos no covid generó llenos

Una UCI hospitalaria.

Los hospitales asturianos han logrado, por fin, doblegar la curva de ocupación de enfermos de coronavirus. El nivel máximo en las plantas se había alcanzado ya hace tiempo, el pasado día 7, y desde entonces la cifra de ingresados no ha parado de disminuir. Como era previsible, más se ha tardado en controlar la situación de las unidades de cuidados intensivos (UCI), en las que los ingresos van por detrás en el tiempo. El pico de ocupación se registró el lunes pasado y, desde entonces, las cifras evolucionan a la baja. Ayer encadenaron el cuarto día seguido de descensos (con datos correspondientes al viernes).

En este momento, nadie duda que lo peor de la tercera ola pandémica ha pasado también para los centros sanitarios. Ayer mismo, había camas de críticos libres, y una sensación de alivio, en los cuatro hospitales públicos que disponen de UCI. “La bajada es muy lenta, pero continuada”, explicaron ayer a este periódico fuentes sanitarias en referencia a las unidades de críticos.

En esta tercera onda de covid-19, el nivel máximo de ingresados por el patógeno de origen chino no ha llegado al registrado en la segunda. En las plantas, el 16 de noviembre del año pasado se alcanzaron 894 enfermos; ahora, el tope han sido 606. En la mañana de ayer eran muchos menos (367), después de que el viernes se contabilizaran 46 ingresos y 86 altas.

En las UCI, el 18 de noviembre se llegó a 150 internados, mientras que en esta ola el tope han sido los 132 del lunes pasado. Anteayer, habían bajado a 123. El ritmo máximo de ingresos en las unidades de críticos fue de 70 en los siete días que median entre el 31 de enero y el 6 de febrero. En los últimos siete días han sido 39, una cifra sensiblemente inferior a la antes citada y también menor que la de altas. Ayer estaban ocupadas el 55,8 por ciento de las 283 camas de unidades de críticos con respirador: un 43,4 por ciento por pacientes covid y un 12,3 por ciento por enfermos con otras patologías.

Los 156 nuevos infectados del viernes permiten que la tasa de incidencia baje de 300 por 100.000

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Como factor clave, o al menos muy relevante para la menor ocupación de las plantas, los especialistas aluden a la vacunación de los mayores que viven en residencias. Iniciada el pasado 27 de diciembre, la vacuna ha generado un efecto de protección entre el sector de población más vulnerable, y eso se ha traducido en menos infectados graves y necesitados de ingreso. Muchos de estos casos se han solventado llevando a los mayores a centros no hospitalarios en los que han recibido cuidados de baja intensidad, como el hospital de campaña de la Feria de Muestras (Gijón) o el centro de enfermos neurológicos Credine (Langreo).

La bajada de casos graves entre personas de edad avanzada se ha traducido en una caída abrupta de la mortalidad por covid en la región. La Consejería de Salud cifra este descenso –globalmente– en un 52 por ciento con relación a la segunda ola.

En esta tercera onda de covid-19, el nivel máximo de ingresados por el patógeno de origen chino no ha llegado al registrado en la segunda

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Anteayer, fallecieron en Asturias seis personas por covid: cuatro mujeres de 84, 86, 89 y 90 años, y dos hombres de 77 y 87. Ninguna de estas personas vivía en residencias de mayores.

Pese a todo lo dicho sobre la mayor levedad de la tercera ola, conviene subrayar que en estas pasadas semanas la situación en las plantas de los hospitales, y más aún en las UCI, llegó a ser peliaguda debido a la elevada presencia de pacientes con patologías ajenas al coronavirus. En algunos periodos fue necesario aplazar cirugías por la falta de espacio en los recintos hospitalarios.

Ayer, la Consejería de Salud notificó 156 nuevos casos de coronavirus detectados en Asturias el viernes. Con esta cifra, la incidencia acumulada a siete días sigue cayendo, aunque de forma más lenta que antes, y la de catorce días se instala, por vez primera desde el pasado 15 de enero, por debajo de los 300 casos por 100.000 habitantes.

El viernes se llevaron a cabo 3.265 pruebas de diagnóstico (PCR y antígenos) y la tasa de positividad se situó en el 7,38 por ciento.

Evolución del covid en Asturias

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