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Graciela Blanco, viceconsejera de Turismo: “No se trata de perder la Semana Santa, sino de ganar tiempo para llegar mejor al verano”

“No podemos decir ahora cómo van a ser los meses estivales, pero confío en que pronto empecemos a ver los efectos de la vacunación”

Graciela Blanco, ante folletos turísticos de Asturias, en su despacho en Oviedo. | Luisma Murias

Con la que está cayendo, el sector turístico asturiano puede sacar un poco de pecho en el contexto nacional: en 2020 el Principado fue la comunidad que mejor resistió los envites derivados de las restricciones por la pandemia. Asturias recibió el año pasado 1.263.161 visitantes, un 46,4% menos que en 2019. Este bajón no es para alegrarse ni mucho menos, aunque si se mira la media en España, con un descenso de turistas del 66,3%, el Paraíso Natural no salió tan mal parado. Lo que pueda pasar en 2021 está por ver, por eso la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco (Langreo, 1974), prefiere no hacer vaticinios.

–Es obligado preguntarse qué hace la Viceconsejera de Turismo de Asturias si no hay turismo en plena pandemia.

–Pues trabajamos en diseñar y gestionar las ayudas al sector. Es cierto que desde hace un año ha cambiado la planificación de esta viceconsejería; creamos un grupo de trabajo en el que están representados la mayoría de los subsectores turísticos y de las asociaciones que los representan. A través de este grupo vamos tomando decisiones en consenso. En un primer momento, allá por marzo de 2020, nos trasladaron un problema de liquidez y la necesidad de abrir líneas de crédito, lo que cubrimos con una convocatoria de 5 millones de euros. Luego, pese a los buenos datos del verano, la pandemia se agravó en otoño y esos problemas de liquidez se transformaron en dudas sobre la viabilidad de algunas empresas.

–Cuando llegó la segunda ola.

–Entonces se nos pidieron ayudas directas, a lo que respondimos con una convocatoria en noviembre de 20 millones dirigidos a casi 10.000 autónomos y pymes. Y ahora con los presupuestos regionales se aprobó un fondo de rescate dotado con 100 millones, lo que confirma el compromiso y esfuerzo del gobierno de Asturias, al que se sumaron la mayoría de los grupos políticos, con el sector turístico. Fruto de ese consenso es la convocatoria que se aprobó este pasado lunes de 45 millones para el sector.

–Un sector que es, si no el más, uno de los principales perjudicados económicamente.

–En 2020 fue el más afectado. No solo la hostelería sino el conjunto del sector atraviesa serias dificultades. Lo que nos trasladan las agencias de viajes, los alojamientos, las empresas de turismo activo, los guías turísticos y también la hostelería es incertidumbre y preocupación ante el futuro. También es cierto que en un contexto tan negativo hay un reciente informe de Exceltur que recoge que en 2020 Asturias fue la comunidad que mejor respondió ante la caída generalizada del turismo. El año pasado logramos posicionarnos como el destino turístico más seguro de España y ese es un aspecto que será clave para la recuperación del sector. A pesar de ello la situación es muy delicada, sobre todo debido al colapso de movilidad que supone el covid. Para hacer frente en el gobierno nos hemos puesto con distintas medidas, de ayudas y financiación, pero también de otro tipo.

–¿Por ejemplo?

–Para incentivar el consumo. Hablamos de programas como “Asturias a lo grande” en el que invertimos 360.000 euros: quien reservaba dos o más noches tenía experiencias culturales, gastronómicas o de turismo activo sin coste adicional. Fueron más de 200.000 euros al programa “Asturpass” con descuentos por reservar más de dos noches de alojamiento para solo residentes en Asturias. Tuvo una gran respuesta, prácticamente casi llegamos a agotar las más de 3.000 estancias apenas en 25 días. Estas medidas se van a replicar en 2021. “Asturpass” tendrá 500.000 euros, el doble de 2020. Son medidas que vamos tomando y siempre usamos el mismo método: estando en contacto continuo con el sector.

–La hostelería asturiana está más que enfadada por considerarse la que carga con todas las “culpas” del coronavirus. Se quejan de que las restricciones no van acompañadas del suficiente respaldo económico. ¿Entiende su profundo malestar?

–Por supuesto, claro que sí. Nosotros entendemos la preocupación, como no podía ser de otro modo, del sector hostelero, y respetamos sus planteamientos y decisiones. Pero también entiendo que nos enfrentamos a una situación inédita y tampoco hay unas respuestas infalibles. En Turismo confiamos plenamente en los criterios que establece la Consejería de Salud, que está realizando un trabajo riguroso y en la línea de los países mas avanzados. Antes de todo nosotros debemos respetar esas decisiones. Paralelo está nuestra obligación de trabajar intensamente para poder dar al sector respaldo económico. La planificación desde la viceconsejería es tomar medidas que nos permitan mantener la actividad para cuando vayamos superando la crisis sanitaria.

–¿Cuándo llegará la normalidad?

–Yo confío en que pronto empezaremos a ver los efectos del proceso de vacunación que se inició en diciembre. No cabe duda de que esto, junto con el rigor que hay que seguir manteniendo en la aplicación de medidas de protección hasta lograr la ansiada inmunidad, nos permitirá ir conquistando espacio. En la viceconsejería ya estamos trabajando en ese escenario de recuperación con las ayudas para sostener las empresas, pero también con las citadas iniciativas para incentivar el consumo y anticipando labores de promoción que deben acompañar a la mejora de las condiciones epidemiológicas.

–¿Pero de cuándo hablamos? El Presidente Barbón ya ha dejado caer que hay que ir olvidándose de la Semana Santa y Asturias seguirá cerrada hasta mayo.

–Yo pienso que lo que se trasladó respecto a Semana Santa es que el gobierno de Asturias quiere ganar el máximo tiempo posible y llegar al verano en las mejores condiciones. No se trata de perder la Semana Santa, sino de ganar tiempo en el año de la recuperación del sector. Pero esta cuestión está muy relacionada con la vacunación. No podemos decir en estos momentos cómo va a ser el verano, pero sí que hay que tomar todas las medidas de protección y seguridad para que las cifras vuelvan a esos niveles iniciales. Creo que es fundamental reducir la interacción social, el contacto... Y luego podremos empezar a pensar en la apertura de Asturias al turismo.

–Los guías de montaña también se quejan: quieren salirse de la normativa de turismo, lo que ahora les mantiene parados.

–Tanto en la ley como en el decreto de empresas de turismo activo se encuentra incluida su actividad. En la resolución del 3 de noviembre de Salud se suspendía toda la actividad turística en Asturias. Aparte de esa decisión sanitaria, los representantes de turismo activo también han manifestado su intención de seguir cerrados porque entienden que ellos no pueden trabajar con normalidad por las restricciones de movilidad. Mientras los guías de montaña estén dentro de esa regulación tienen esas medidas. Su demanda de dejar de ser empresas de turismo activo y pasar a deporte requiere una tramitación y cambios legislativos.

–Covadonga es, más allá de su dimensión religiosa, una de las joyas turísticas. Siempre hay una queja latente en el Real Sitio por la falta de apoyo e inversión. ¿Cuesta gastar allí?

–Covadonga es lugar central para toda Asturias. Más allá de su dimensión como santuario o como primer Parque Nacional, constituye uno de los principales símbolos de Asturias y en el ámbito turístico tuvo, tiene y tendrá un lugar de privilegio. Siempre está ahí, desde la celebración de eventos como la Vuelta a España, que este año vuelve a los Lagos; como parte de los actos del Día de Asturias; con un sistema específico para modular el impacto del tráfico a los Lagos... Es un espacio singular gestionado por el Patronato en el que todos los que, de una manera u otra, estamos implicados siempre hemos podido ponernos de acuerdo para hacer lo mejor por él. La celebración del triple centenario en 2018 constituyó un impulso a su imagen que volverá a verse reforzada el próximo año con motivo de la conmemoración de la Batalla de Covadonga, resignificando un hecho bélico y orientándolo hacia un escenario de encuentro y comunicación entre pueblos. No comparto que haya poca promoción o atención.

–Los chef Michelin no ocultan cierto malestar por la falta de apoyo del Principado. Asturias suma siete años sin nuevas estrellas y, en parte, se atribuye a la poca implicación institucional.

–La gastronomía es uno de los factores más valorados por los que nos visitan. En la nueva estrategia de turismo sostenible para fijar hoja ruta para los próximos 10 años se definirá el nuevo modelo turístico de Asturias, basado en sostenibilidad, la calidad y la digitalización. El turismo gastronómico tendrá un papel importante y destacado.

–¿Qué hay de los museos? El triángulo Avilés-Gijón-Oviedo en conjunto tiene mucho potencial, pero cada concejo parece ir por libre.

–La promoción desde la viceconsejería es global y se promocionan las tres ciudades culturalmente. Sí que se pueden dar más pasos e importantes en este sentido. Desde hace años llevamos trabajando en esa promoción cultural y el turismo de congresos, también muy relacionado con las tres ciudades.

–¿Pero le gustaría más colaboración y menos competencia entre concejos?

–No cabe hablar de rivalidad o enfrentamiento entre las tres mayores ciudades asturianas, considero que planteamientos de esa naturaleza debemos darlos por completamente superados. Desde mi toma de posesión me he encontrado con tres ciudades dispuestas a trabajar desde la suma de sus esfuerzos y la convicción en su complementariedad turística. Tenemos la fortuna de contar en un reducido radio con tres ciudades conscientes de su potencial de trabajo en conjunto y en esa línea debemos ir.

–Un ejemplo de esa competencia se vio recientemente a la hora de diseñar el plan del Xacobeo, pues Oviedo entendió que el Principado beneficiaba a Gijón. ¿Cómo se plantea el Año Santo?

–El Camino de Santiago es un itinerario de referencia internacional y con una serie de atributos que encajan a la perfección con el modelo de turismo sostenible en el que Asturias es líder; además de actuar como eje vertebrador, de descubrimiento y de importante inyección económica por donde transcurre. Desde la celebración de Fitur 2020, feria en la que los itinerarios asturianos del Camino fueron el elemento central de nuestro stand, hemos estado reforzando su proyección. La llegada de la pandemia frustró la planificación, pero ha estado presente en la reconfiguración de nuestras estrategias y este año y el próximo (en el que se prorrogará la condición de Año Santo) será elemento central de nuestra imagen. Vamos a reforzar la promoción de todos nuestros itinerarios, pero es cierto que debemos insistir en el Camino Primitivo desde Oviedo, reforzando su condición de ser el camino original que siguieron los primeros peregrinos.

–El pasado domingo fue el Día mundial de los guías de turismo. Poco que celebrar...

–Yo pienso que ahora mismo debemos preocuparnos por reducir el contacto social, cumplir con rigor las medidas de protección y volver así a cifras menores de incidencia. Esto permitirá mirar al futuro con esperanza. Y la evolución del proceso de vacunación es la clave para reactivar el sector.

–Es que sin vacunar al grueso de la población difícilmente se puede planear nada.

–Efectivamente, por eso ahora trabajamos, además de gestionar las ayudas, en medidas futuras que permitan reactivar el sector para cuando se pueda reabrir la comunidad relacionadas con la promoción, la comercialización e incentivos al consumo.

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