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40 AÑOS DEL 23-F

La frase de Fernández Campo que paró el 23F: “No está ni se le espera”

La discreción del conde de Latores no le impidió ofrecer detalles del consejo que le dio al Rey clave para frustrar el golpe, nunca desmentidos ni matizados por sus protagonistas

Nadie discute a Sabino Fernández Campo la autoría de la frase que detuvo el golpe del 23F. El “no está ni se le espera”, conciso y tajante, que el secretario general de la Casa del Rey trasladó al general José Juste, el jefe de la Acorazada Brunete, fue desclasificado por su propio autor, y trascendió en varios artículos periodísticos, basados en declaraciones suyas, publicados por LA NUEVA ESPAÑA. La fina discreción de la que hizo gala el conde de Latores a lo largo de su carrera profesional no le impidió dar detalles de la célebre frase, que nunca fueron desmentidos ni siquiera matizados por Zarzuela o por sus protagonistas y que se contraponen con versiones divulgadas ahora, cuando se cumplen 40 años del golpe y la mayoría de los testigos de primera línea ya están fallecidos.

De acuerdo con esta nueva versión, publicada por “El mundo” el pasado domingo, el militar que sugirió que el general Armada no entrase en Zarzuela aquella tarde de febrero de 1981 fue el jefe de la Acorazada Brunete, que habría hablado con el rey Juan Carlos I quien, a su vez, habría dado orden a Fernández Campo para que no accediese al palacio y, por el contrario, se dirigiera a su cuartel general.

El ovetense, que culminó su carrera militar como jefe de la Casa del Rey en 1993, solía comentar que “lo que puedo decir carece de interés y lo que tiene interés no lo puedo decir”, cuando le preguntaban si había escrito sus memorias o si pensaba hacerlo en algún momento. Pero entre los “secretos de confesión” que se autoimponía como uno más de sus servicios a España no figuraban los pormenores de aquellas conversaciones a tres bandas entre el rey Juan Carlos I, el general Armada, el propio Sabino Fernández Campo y el general Juste.

El conde de Latores relató a LA NUEVA ESPAÑA que Armada ya había intentado acudir a Zarzuela en la mañana del 23F “para explicarle al Rey lo mal que estaba España” y que fue él mismo quien se lo impidió. Justo, la mañana anterior, la del 22F, Armada se había presentado por sorpresa en el despacho del subgobernador civil de Madrid, un joven Ricardo Larraínzar, amigo personal suyo y quien extrañó aquella visita, según ha comentado ahora, en el 40º aniversario del golpe, en una entrevista publicada por este periódico ayer lunes.

Sabino Fernández Campo evitó la presencia en Zarzuela del golpista Armada durante el 23F

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La versión divulgada por el rotativo madrileño, que apuntaría un rol supuestamente clave del general Juste para que Armada no fuera a Zarzuela, diverge del detallado relato que Sabino Fernández Campo realizó a LA NUEVA ESPAÑA en 2008: “No me percaté en el mismo momento de lo que suponía que Armada viniera a la Zarzuela la noche del 23F. Lo descubrí después. En un primer momento, me parecía innecesario que fuera a la Zarzuela esa noche (...) Además había una cuestión personal: si yo le había sustituido a él como secretario general de la Casa del Rey, era yo el que tenía que estar en Zarzuela, y que llegara en aquel momento otra persona sería motivo de confusión. Eso mismo le estaba pasando en aquel momento al general Juste, que mandaba la División Acorazada Brunete. Se le presentó allí quien había sido jefe antes, el general Rojas, que ya estaba destinado en La Coruña. Ya nadie sabía quién estaba mandando en la Brunete. Entonces me llama Juste, despistado a la Zarzuela. La famosa llamada (...) Me dice: “Bueno, en definitiva, ¿que está pasando? ¿Ya está ahí Alfonso?”. “No, no está” , respondí. “Pero estáis esperándole, ¿no?”. “No, tampoco; no está ni se le espera”, que fue la frase que se hizo famosa, pero que respondía sencillamente a una realidad: no le esperábamos porque le habíamos dicho que no viniera”.

Y, precisó Fernández Campo, que “fue entonces cuando me di cuenta de todo. Al ver juntas la insistencia de Armada en venir y la pregunta de Juste sobre si ya estaba allí, me hizo suponer que la presencia de Armada era significativa para algo”.

Nada más colgar el teléfono a Juste, Fernández Campo subió a ver al Rey para comentarle sus sospechas y se lo encontró hablando con Armada que le estaba ofreciendo una solución. Es cuando el militar ovetense le hizo señales al Rey para que le insista en que no vaya a a palacio.

“Entonces fue cuando le dije al Rey: “La posición que estamos adoptando hasta ahora hay que mantenerla firmísimamente porque tengo la impresión de que si se sabe que Armada está en Zarzuela parecerá que vuestra Majestad está metido en el lío y que está dirigiéndolo con Armada desde la Zarzuela”. Palabra de Sabino Fernández Campo, en LA NUEVA ESPAÑA en septiembre de 2008, un año antes de su muerte.

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