La Autovía del Suroccidente desde La Espina hasta Ponferrada es un “proyecto estratégico” para Asturias y el Gobierno del Principado no renuncia a su ejecución. Así lo ha anunciado el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, quien admitió, no obstante, que con la actual situación de crisis económica “la vemos un poco lejos”.

Calvo dejó claro que el Ejecutivo de Adrián Barbón no renuncia “a ningún proyecto estratégico”, pero admitió que el hecho de que los fondos de recuperación comunitarios no contemplen la financiación de este tipo de infraestructuras hace que su ejecución resulte ahora muy difícil. Pero mantiene contactos con el Gobierno de Castilla y León para impulsar el proyecto.

El Consejero resaltó que la llegada de la A-63 a La Espina supondrá “un gran salto de calidad”. Y el objetivo del Gobierno autonómico es “asegurar a corto plazo que también mejore la conectividad hacia el Suroccidente”, apuntó. Pero para culminar la Autovía están aún pendientes la culminación de las obras entre Cornellana y Salas, la capital salense y El Regueirón y la duplicación de la actual calzada desde este último punto hasta La Espina, que abrió al tráfico en 2012. Y el Ministerio de Transportes no ha aportado ningún calendario para ninguno de esos tramos.

De hecho, el departamento que capitanea José Luis Ábalos aseguró hace ocho meses que la pandemia no afectaría a los trabajos en marcha en la A-63, y que el tramo entre Salas y El Regueirón estaría listo antes de que concluyera 2020. No ha sido así y no hay fecha para la conclusión de esos trabajos. Tampoco la hay, por lo tanto, para el inicio del siguiente tramo, El Regueirón-La Espina, que el Estado se comprometió a abordar una vez abierto el anterior. Del mismo modo, nada se sabe oficialmente de cuándo concluirán las obras del tamo Cornellana-Salas, aunque no será previsiblemente antes de finales de 2022.

Una vez abiertos al tráfico todos esos tramos estará sobre la mesa el debate de si la Autovía debe continuar hasta Canero (Valdés), para enlazar con la Transcantábrica, como reclaman los empresarios de la zona costera occidental y como había anunciado en su día el Gobierno central (se comprometió a financiar el proyecto), o si se debe dar prioridad a la continuidad hacia el interior, hacia Ponferrada por Tineo y Cangas del Narcea, como ahora parece preferir el Gobierno del Principado.

Dado que no habrá probablemente ayudas europeas en varios ejercicios, el titular de Medio Rural apuesta por realizar inversiones para mantener en perfecto estado de revista los viales autonómicos de la comarca, pero sin dejar de lado la posibilidad de que se construya la Autovía: “Tenemos que mejorar las carreteras del Suroccidente y seguir trabajando con Castilla y León para la salida a Ponferrada”, añadió Calvo.

La Autovía del Suroccidente es una vieja reivindicación de la comarca, que lleva veinte años encima de la mesa del Ejecutivo regional, que llegó a aprobar un estudio informativo en octubre de 2007. Aquel proyecto, posteriormente olvidado, preveía que la Autovía discurriera por Tineo, Gera y Allande. El resto del trazado quedó pendiente porque nunca se resolvió el estudio de impacto ambiental.

El proyecto parecía ir adelante, y de hecho en los Presupuestos del Estado de 2008 se incluyó una partida de 25 millones de euros, a repartir entre Asturias y León, para redactar el proyecto de los primeros tramos. El Principado calculó entonces que solo para construir la Autovía en los 26,8 kilómetros que separan Tineo y Cangas del Narcea se necesitarían casi 400 millones de euros, una cantidad que hubiera convertido a ese tramo en aquel momento en el más caro de España. Y el coste de toda la Autovía, hasta el límite con León, se estimó en 646 millones de euros.

Según aquel estudio informativo, el nuevo vial tendría 71,8 kilómetros en territorio asturiano, pero solo 33,4 serían de autovía, mientras que el resto sería vía rápida o saldría del acondicionamiento general de la carreteras existentes. A partir del límite con Castilla y León se contemplaba un túnel de 3,5 kilómetros, pero su estudio no se incluyó en el documento, al ser competencia de la comunidad vecina.

Los cuatro tramos en los que el estudio informativo dividía el proyecto eran: La Espina-Tineo (autovía de 11,9 kilómetros y 74,7 millones de inversión estimada), Tineo-Cangas del Narcea (autovía de 26,8 kilómetros y 398,9 millones de gasto), Cangas del Narcea-Túnel del Rañadoiro (vía rápida sobre la AS-15 de 15,3 kilómetros y 99,4 millones de coste) y Túnel del Rañadoiro-Límite con León (mejora de carreteras de 17,8 kilómetros y 74 millones de inversión).