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Salud estudia aplicar nuevas medidas de desescalada para los geriátricos asturianos

Las residencias de mayores, libres de brotes de covid-19 por primera vez desde julio, reducen a siete sus defunciones en la última semana

Las autoridades sanitarias estudian ampliar las medidas de flexibilización en los geriátricos asturianos, atendiendo a la solicitud realizada por la Consejería de Derechos Sociales y las residencias privadas. Avanzar en la desescalada no significa que se vayan a eliminar las restricciones en su totalidad, porque, aunque los residentes y el personal ya estén inmunizados, hay que conjugar el incremento de las comunicaciones con los familiares y preservar la salud de los mayores.

La Consejería de Salud no ha detectado brotes (tres o más contagios) por covid-19 en las residencias por primera vez desde el pasado julio. Así, entre el 16 y el 22 de febrero se registraron 9 positivos en otros tantos centros sociosanitarios de los 270 que funcionan en el Principado. En esta última semana se registró también un descenso de las defunciones, con siete casos confirmados con pruebas PCR. La totalidad de las residencias geriátricas asturianas, públicas y privadas, se rigen desde el inicio de la pandemia por un protocolo establecido por la Consejería de Salud y que se ha flexibilizado a medida que se ha controlado la pandemia y se inició el proceso de vacunación. Así, en todos los centros, salvo aquellos que se ubican en municipios de riesgo alto o muy alto, se permiten las visitas a todos los residentes, aunque solo puede ser una persona y como máximo una hora al día, y se limitan (no se prohíben) las salidas al exterior.

Todo el protocolo, así como la distribución interior de las residencias para evitar la expansión del virus en caso de que se produzca un contagio, se adapta según las características de cada centro. “No es lo mismo un centro residencial pequeñito y con jardín, que otro de varias plantas y que tenga suficiente superficie exterior”, señalaron algunas fuentes consultadas.

La Consejería de Derechos Sociales, de la que dependen las residencias públicas, propuso una flexibilización de las visitas y la ampliación en los ingresos, restringidos o limitados por la pandemia.

Los contagios detectados en las residencias desde que se inició la vacunación en estos centros el pasado 27 de diciembre ha sido, según fuentes sanitarias, en profesionales que no habían recibido la vacuna. La expansión del virus en los centros afectados se produjo principalmente en el llamado “periodo ventana”, en los 21 días que transcurrieron entre la primera dosis y la segunda. Los profesionales y residentes que no se han inmunizado ha sido básicamente por cuestiones sanitarias de incompatibilidad. Muchos de los que inicialmente rechazaron la dosis, lo han hecho “en la repesca”, afirmaron las mismas fuentes.

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