El primer fin de semana tras la reapertura de Oviedo, Avilés y Gijón coincidió con un relativo buen tiempo que echó a los asturianos a la calle y a las carreteras en busca de la costa o la montaña, y ello a pesar de las advertencias lanzadas, por ejemplo, por el presidente regional, Adrián Barbón, quien llamó a la prudencia desde su cuenta de Twitter.
El movimiento se notó especialmente en la autopista “Y” y en la Autovía del Cantábrico (A-8), que registraron un tráfico inusualmente abundante, especialmente a partir del mediodía.
Fueron muchas las personas las que se dirigieron a localidades costeras de la región, como Gijón, Luanco, Candas, Ribadesella o Llanes, por poner solo algunos ejemplos. Los establecimientos abiertos estuvieron a rebosar desde primera hora de la tarde hasta el cierre de los mismos, que sigue estando fijado a las ocho de la tarde. En Oviedo, los vecinos se pusieron de acuerdo para acudir en masa a la zona del Fontán, que pudo verse como hacía bastante tiempo que no se veía.
Las restricciones siguen fijadas en cinco concejos, donde la incidencia no acaba de bajar: Castrillón, Corvera, Lena, Aller y Piloña. Estos concejos siguen cerrados, por lo que sus habitantes no pueden abandonarlo, ni puede entrar nadie en ellos, salvo por razones justificadas.