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Un año de pandemia

Bailes en el salón y copas en casa a la espera de la vuelta del ocio nocturno

Los pubs y discotecas llevan un año con la persiana bajada y ansían volver a acoger clientes en sus locales como en otros países de Europa

La pandemia ahoga al ocio nocturno: "Nuestra situación es desesperada, solo pedimos poder trabajar"

La pandemia ahoga al ocio nocturno: "Nuestra situación es desesperada, solo pedimos poder trabajar" Amor Domínguez

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La pandemia ahoga al ocio nocturno: "Nuestra situación es desesperada, solo pedimos poder trabajar" Paula Fernández

¿Qué estabas haciendo el sábado 7 de marzo de 2020 por la noche? Para los jóvenes y no tan jóvenes, la respuesta sería fácil: disfrutando de la noche en un local de copas. Aquellos bailes con amigos, los cortejos entre copa y copa y las llegadas a casa a altas horas quedaron relegadas desde entonces a un ultimísimo plano. Las copas en establecimientos de ocio nocturno pasaron a servirse en las cocinas de los hogares y los bailes se trasladaron al salón de casa, en el mejor de los casos. Muchos dicen que la sidra no sabe igual al pasar el Negrón. Otro tanto ocurre con los cubatas: no se disfrutan igual en casa, con la familia, que rodeado de amigos en un ambiente más distendido. Quizá tenga mucho que ver el ritual. Para salir de copas, el que más y el que menos, se acicala: si se toman en casa la comodidad manda y el pijama de rayas no casa muy bien con la copa balón.

Pepe Reina Tartiere, presidente de la Asociación de Bares de Copas de Oviedo (Ábaco), recuerda que el último fin de semana de marzo de 2020 en el que estuvo su negocio abierto, el Mamy Blue, en la calle Canóniga, fueron unos días flojos de ventas tras el Carnaval de Oviedo. Desde entonces, la situación no ha mejorado en absoluto y las cuentas no cuadran. “Llevamos un año con cuatro duros de ayudas. Si haces la media, no cubrimos la luz. Un local en Oviedo tiene de gastos medios unos 3.000 euros porque son rentas altas”, lamenta.

Las luces discotequeras de marzo dieron paso a las luminarias de los coches de Policía y ambulancias en el único evento social de las jornadas: los aplausos a la ventana o al balcón, que algunos acompañaban de sidra y otras bebidas para alentar los ánimos ajenos y propios. Muchos echan de menos las noches de bares de copas en El Antiguo (Oviedo), Fomento o Cimadevilla (Gijón), por citar algunos lugares singulares de la fiesta nocturna asturiana.

Los profesionales que han dejado las cocteleras en reposo y los altavoces en “stand by” esperan poder volver a hacer vibrar al público pronto, aunque suponen que su reapertura será progresiva, por lo que no tienen en mente preparar grandes celebraciones por todo lo alto. “Nos imaginamos que no nos van a dejar abrir a lo grande; creo que va a ser progresivamente, que es lo que queremos. Ir recuperando aforo y horario a medida que la situación sanitaria va mejorando”, añade Reina Tartiere.

Reapertura en verano

El cierre del ocio nocturno en Asturias vivió una tímida reapertura en verano que duró poco más de un mes y en el que ya estaban instauradas medidas restrictivas como la prohibición de abrir las pistas de baile. Los amantes de la cumbia, bachata, reguetón o trap se tuvieron que conformar con bailes en parado, sentados en la silla y sin moverse más de la cuenta, como en el colegio.

Manuel López del Coto, presidente de la Asociación de la Cultura y del Ocio Nocturno de Asturias (Acona), que tiene locales en Gijón y Oviedo, remozó sus establecimientos para poder reabrir en verano, con el gasto que ello supuso. “Adaptamos el local con mobiliario, eliminando la pista de baile. Se hizo un gasto importante porque el mobiliario es caro, sobre todo si compras sabiendo que tienes que estar desinfectándolo cada poco. También hacíamos un filtro en la puerta con el uso de mascarilla, se cogía siempre el teléfono de una persona del grupo para la trazabilidad, para mayor seguridad. La gente respondió muy bien. Se sentaba, tomaba algo tranquilamente y, por lo menos, dábamos ese servicio”, concreta López del Coto.

Las esperanzas del sector están en las vacunaciones. Ansían que se agilicen al máximo para poder volver a la normalidad, la más parecida posible a aquel sábado 7 de marzo de 2020.

“No vemos lejos la reapertura porque nosotros también somos hostelería. En un restaurante puedes estar sentado comiendo, tomando una copa o un cóctel, es lo mismo. Además, en otras partes del mundo el ocio nocturno ya está abierto, como ocurre en España con Madrid. No se puede demonizar este sector porque es igual de nocivo ir a un centro comercial o a una estación de tren en hora punta”, añade López del Coto. Los hosteleros confían en que las copas en casa más pronto que tarde ya sean una opción personal y no una imposición.

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