El feminismo con mayúsculas, ese que se ha batido el cobre a lo largo de la historia (incluso cuando aún no había nacido como movimiento y ni siquiera tenía nombre) en la defensa y reivindicación de los derechos de la mujer, tiene hoy en día en la filósofa Amelia Valcárcel uno de sus principales exponentes. Así que ninguna fecha habría sido mejor que este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para entregar a esta reconocida intelectual, catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED, la distinción “Asturiana del mes” de LA NUEVA ESPAÑA. Un premio en reconocimiento a su ingente y fundamental aportación al movimiento feminista en España.
“Nunca pensé en ser ‘Asturiana del mes’ ya que nací en Madrid, un pueblo estupendo. Pero nunca me sentí de allí, sino de Asturias”
Un movimiento que “no es algarada ni calle, sino el día a día en que cada mujer gana un espacio de libertad”, sostiene Valcárcel. Es la suya una reflexión que enlaza directamente con este 8M especial y distinto, en plena pandemia, que obligó a restringir al máximo las movilizaciones. Ahora bien, “cuando toca hacer la algarada, el feminismo demuestra que sabe hacerla sin que nadie pierda la dignidad”. Así lo recalcó al recoger la distinción en el periódico en Oviedo, acompañada de su marido, Lluís X. Álvarez, y un buen número de amigos, que resultaron ser una completa representación del mundo académico, asociativo e institucional de Asturias.
Su poder de convocatoria convirtió de este modo la entrega del premio en uno de los actos más importantes de la agenda de este 8M. Amelia Valcárcel les agradeció uno por uno su presencia. No faltaron palabras para el periódico, representado por la subdirectora general, Ángeles Rivero, y el director, Gonzalo Martínez Peón. “Nunca pensé en ser ‘Asturiana del mes’ ya que nací en Madrid, un pueblo estupendo. Pero nunca me sentí de allí, sino de Asturias”, dijo. Una tierra en la que, recordó, el Padre Feijoo escribió su discurso “Defensa de las mujeres”, considerado el primer tratado del feminismo español en el siglo XVIII: “Somos herederas y herederos de él, lo escribió en Oviedo”.
“Con todo, es una mujer con una cabeza maravillosa, un talento deslumbrante que excede con mucho el reconocimiento a la aportación al feminismo”
Por su parte, Ángeles Rivero destacó la gran contribución de la pensadora a la corriente feminista y la importancia de su obra “Sexo y filosofía. Sobre mujer y poder”, todo un clásico al sentar las bases teóricas del movimiento y cuyo 30.º aniversario de publicación ha inspirado la concesión del premio “Asturiana del mes” correspondiente a enero. “Es una mujer con una cabeza maravillosa, un talento deslumbrante que excede con mucho el motivo por el que hoy la distinguimos como pilar del feminismo”, sostuvo Rivero.
Con la premiada estuvieron compañeras de fatigas y de lucha, como Begoña Piñero, presidenta de la Tertulia Les Comadres de Gijón, que en 2014 puso en marcha el “Tren de la Libertad”, que con Valcárcel y otras muchas capitalizó una histórica movilización en Madrid contra la reforma de la ley del aborto del entonces Gobierno del PP. El feminismo asturiano completó su representación en el acto con la exalcaldesa de Gijón Paz Fernández Felgueroso, María José del Río y Luisa Izquierdo, de la Asociación Feminista de Asturias (AFA), y la periodista Pilar Rubiera.
Por parte del Gobierno regional acudieron las consejeras de Cultura, Berta Piñán, y de Educación, Carmen Suárez, compañeras ambas de Valcárcel en “tantas lides”. La homenajeada quiso destacar la aportación “trascendental” de Suárez al feminismo asturiano con su labor de investigación histórica y esta aprovechó la ocasión para recordar a una veterana, fallecida hace algo menos de un año, Begoña Sánchez. A ambas consejeras, cuyas carteras llevó Amelia Valcárcel entre 1993 y 1995 en el Gobierno regional de Antonio Trevín, les deseó “tener más suerte” de la que ella tuvo. También asistió Gimena Llamedo, diputada socialista y vicesecretaria de organización del PSOE en Asturias. Y se unió, gracias a las redes sociales, el presidente Adrián Barbón, que no dudó en felicitar a la filósofa y antigua profesora suya en la Universidad por el premio.
Entre tanta mujer aplaudiendo el galardón no faltaron hombres importantes en la trayectoria personal y profesional de la catedrática. Por supuesto, su marido, el también filósofo, escritor y profesor de la Universidad de Oviedo Lluís X. Álvarez. Estuvo el expresidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil, al que le une una “gran amistad” y al que siempre agradecerá su contribución a “eliminar el borrón” con la Universidad de Oviedo, en referencia a un antiguo y sonado conflicto entre profesores y departamentos en la institución que, entre otras consecuencias, conllevó que la filósofa tuviera que leer fuera su tesis, tal y como ella misma señaló.
Todo ello lo escuchó el nuevo rector, Ignacio Villaverde, también presente y a quien Amelia Valcárcel trasladó su deseo de que “su” Universidad, en la que se formó, de la que fue profesora titular, luego catedrática y de la que actualmente es emérita, tenga algún tipo de reconocimiento hacia ella. “Recojo el guante”, zanjó Villaverde.
