La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Me quedo en el pueblo | Pasada de Llanes

En forma en todos los sitios

Carlos González Orviz, licenciado en Educación Física, abrió el primer gimnasio en su lugar de residencia y da clases por los pueblos de Llanes

Carlos González Orviz, en una de las máquinas del local que tiene destinado a los entrenamientos personales. | Ana Paz Paredes

De Blimea a Villaviciosa pasando por Llanes capital para terminar por afianzarse en el terreno de la educación física y deportiva en el pueblo de Posada (Llanes). Este periplo para salir adelante en aquella especialidad en la que se preparó es de Carlos González Orviz, quien, en plena crisis económica, dio un paso adelante y se convirtió en emprendedor rural al abrir en esta localidad llanisca el que sería, entonces, el primer gimnasio.

“Me licencié en la Universidad de León y al principio preparé oposiciones para profesor de Secundaria. Me presenté en Sevilla en 2004, no las saqué y luego fui enlazando trabajos. Primero en la piscina municipal de Villaviciosa y más tarde en la de Llanes. En un momento determinado llegué a combinar la piscina con clases de pilates y gimnasia saludable en el centro cívico”, recuerda este profesional que cuando la crisis económica estaba pegando fuerte, se decidió a abrir su primer local en Posada de Llanes.

“Jamás pensé que abriría un negocio, pero la vida te va llevando. Contar con una clientela de unas 35 personas que acudían a mis clases de pilates y gimnasia saludable me animó y abrí el 8 de abril de 2013, dentro de un mes hace ocho años que inauguré CGO, que es como se llama mi centro deportivo, sencillamente las siglas de mi nombre”, recuerda este emprendedor rural que, en aquel local y durante los primeros años, ofertaba clases colectivas donde la gran mayoría de clientela eran mujeres.

“La aceptación fue creciendo y me he ido adaptando a los tiempos. Hace un tiempo cogí otro bajo y ahí es donde ahora se dan las clases colectivas y aquí he metido las máquinas para entrenamientos individuales y personalizados. Trabajo conjuntamente con otras dos monitoras”, explica González quien, como todos los profesionales de su sector, también se vio afectado por las medidas sanitarias que se han ido tomando desde el inicio de la pandemia. “Los gimnasios hemos estado muy en el punto de mira. Nosotros cerramos tres veces en los diferentes momentos que se vivieron y, por supuesto, en cada apertura nos adaptamos a las medidas que se nos exigen. Ha sido duro en todos los sentidos, por la pandemia en sí y por cómo nos ha afectado económicamente, pero hay que tirar hacia adelante, seguir luchando”, afirma este enamorado de su trabajo.

Tal es así que junto a las monitoras, durante la semana, también imparten clases en diferentes pueblos del concejo: de pilates, zumba y gimnasia saludable, entre otras disciplinas deportivas. “Ahora el máximo de personas que pueden acudir es seis por clase. En Ardisana y Porrúa, las clases son para adultos, mientras que en Poo también damos clases a niños. En Cabrales, la AMPA del colegio optó por suspenderlas, pero yo creo que el año que viene, si todo va bien, las retomamos”, explica Carlos González quien destaca que “en los pueblos la gente siempre está con ganas de hacer cosas, son muy participativos y luego, además, funciona mucho el boca a boca. Se trabaja a través del Ayuntamiento que es quien cede los locales, generalmente suele ser en las antiguas escuelas locales”.

Vivir en la zona rural no le impide formarse y reciclarse, de ahí que también sea entrenador personal experto en nutrición. “Me especialicé en el tema del sobrepeso porque es algo que me piden muchos clientes cuando vienen. La nutrición y el ejercicio van de la mano. La pandemia ha llevado a una falta de movilidad y al aumento de peso. También quiero llegar a dar clases online. Lo cierto es que ahora estudio más que en toda la carrera. Hay que seguir la evolución de este sector y lo que demanda la gente porque ahora, por ejemplo, y por las circunstancias, hay más gente que prefiere entrenar en casa”, señala González quien, en su tiempo libre, disfruta entrenando a un equipo de fútbol de Arriondas.

Compartir el artículo

stats