España se ha sumado este lunes a la veintena de países europeos que han suspendido de modo "cautelar" la administración de la vacuna de AstraZeneca por "precaución" ante la posibilidad de que pueda estar detrás de varios casos de trombosis graves. La paralización ha sido adoptada por el Consejo Interterritorial de Salud extraordinario convocado esta tarde de urgencia por el Ministerio de Sanidad y tiene efectos inmediatos. No se suministrará ninguna nueva vacuna hoy mismo si es posible y si no a partir de mañana.

La decisión se toma tras contabilizarse al menos una docena de casos de eventos tromboembólicos "muy poco frecuentes", no conocidos hasta hace pocos días. Esos sucesos son trombosis cerebrales de senos venosos que además cursan con una alteración de las plaquetas, lo que implica una actuación irregular de la coagulación, según ha explicado la Ministra de Sanidad Carolina Darias.

Preguntados sobre los síntomas que se asocian a estos casos en toda Europa, y a los que alguien vacunado debería estar atento, la portavoz de la Agencia Española del Medicamento ha explicado que son problema que aparecen entre 3 y 14 días después de haber recibido la vacuna. Y, básicamente, lo que le sucede al pacientes es que siente "un dolor de cabeza muy intenso, inusualmente intenso, que no cede o incluso empeora al tumbarse, y que puede cursar además con alteraciones visuales y sangrados irregulares".

Las autoridades españolas han pedido "tranquilidad" a todos los vacunados porque "se trata de eventos muy poco frecuentes y la paralización es por precaución. Ahora solo hay una vinculación temporal entre la vacuna y los casos de problemas de trombosis" pero eso no implica que haya una vinculación segura.