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El covid mengua el programa “Erasmus”: caen un 70% los estudiantes extranjeros

El vicerrector de Internacionalización quiere atraer a jóvenes asiáticos e ingleses vendiendo Asturias como el lugar idóneo para estudiar español

Erasmus en Italia. Shutterstock

Por primera vez en años, y por culpa de la pandemia, el número de estudiantes “Erasmus” retrocede en Asturias. Este curso la movilidad cayó un 33,60% en las salidas –estudian en otros países 329 alumnos menos que el año pasado– y hasta un 69,8% en las entradas –están matriculados en la Universidad de Oviedo 637 jóvenes extranjeros menos–. El vicerrector de Internacionalización, Daniel Santos, afirma que las cifras, que rompen la tendencia ascendente de los últimos tiempos, eran “las esperadas” por el impacto del covid, y espera que los datos se recuperen el curso que viene “y a partir de ahí crecer”. Su objetivo para los próximos cuatro años es “situar a la Universidad de Oviedo dentro del mapa internacional como un destino atractivo y de calidad”. Santos quiere atraer a jóvenes asiáticos y anglosajones vendiendo Asturias como “un lugar prioritario para el estudio del español como lengua extranjera”.

Según los datos facilitados por el rectorado de Ignacio Villaverde, este curso solicitaron salir al extranjero 650 estudiantes asturianos, la cifra más baja de al menos los últimos cuatro años. En 2019-2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus, hubo 979 alumnos “Erasmus”, aunque la mayoría volvió a casa en el trimestre final. En 2018-2019 los datos se dispararon hasta los 1.065; y en 2017-2018 se registraron 978. Los principales destinos elegidos por los universitarios de la región son Italia, Polonia, Reino Unido, Portugal y Francia. La mayor caída, no obstante, afecta a las entradas. Es decir, a los estudiantes extranjeros que deciden instalarse un año en el Principado. Este curso son solo 275, un número que contrasta con los pasados. En 2019-2020, la Universidad de Oviedo recibió 912 jóvenes procedentes de otros países; en 2018-2019, 738; y en 2017-2018, 757. La mayoría vienen de Italia, Alemania, Francia, Turquía y México.

“Los datos que arroja este último periodo son inferiores a los de años anteriores, algo que era lo esperado teniendo en cuenta el contexto de la pandemia. Creemos que ese es el único motivo al que se puede achacar la caída. De cara al próximo curso, 2021-2022, esperamos que los datos regresen a las cifras habituales y, a partir de ahí, crecer”, analiza el vicerrector Daniel Santos, que ve “la internacionalización no solo como una necesidad sino también como un factor clave para aumentar la calidad universitaria”. Además, agrega, “es un potencial motor para mejorar la eficiencia, la excelencia y la competitividad en el entorno global que vivimos”.

El responsable de la cartera de Internacionalización asegura que la Universidad de Oviedo se enfrenta en la actualidad a “dos grandes desafíos”. “El primero –explica– tiene que ver con responder a la demanda de personal cualificado, emprendedor e innovador que esté capacitado para desarrollar su trabajo en un entorno global”. “En segundo lugar, estar presentes en programas, proyectos y redes de cooperación internacional de formación, investigación e innovación. Y para ello el requisito indispensable es atraer talento, tanto de investigadores como de estudiantes”, abunda. En este sentido, Daniel Santos cree que iniciativas promovidas por la Unión Europea, como el establecimiento de Universidades Europeas, “son una buena ocasión para que nuestra universidad lidere y promueva proyectos”.

El vicerrector insiste, por otro lado, en que la institución académica asturiana “debe ser un lugar al que la comunidad internacional quiera venir a estudiar, enseñar, investigar y vivir”. Y para conseguirlo, su equipo se marca como objetivo hacer de la Universidad “un destino prioritario para el estudio del español como lengua extranjera, buscando atraer estratégicamente a estudiantes asiáticos y anglosajones, y diseñando también estrategias específicas de internacionalización” fuera de Europa. “Además, tenemos que aprovechar la complicidad natural que existe entre España e Iberoamérica, y hacer de la Universidad de Oviedo un destino prioritario de posgrado para países hispanohablantes”, sentencia.

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