El PP elevó ayer el tono de la crítica por la gestión de la pandemia en Asturias. Acusó al presidente, Adrián Barbón, de ser “un muñeco a pilas que da el sermón con medidas sanitarias que no funcionan” y puso como contraejemplo el caso de Madrid, donde “no han cerrado los negocios y no se hunden”, según afirmó el diputado y presidente del PP gijonés Pablo González.
El parlamentario popular calificó de “fondomocho” las ayudas de cien millones de euros habilitadas por el Principado, que consideró insuficientes. A su juicio, la solución habría sido “compensar los ingresos perdidos” y reconoció que en el caso de la hostelería la cuantía debería alcanzar los 616 millones de euros. González afirmó que los tribunales acabarán reconociendo que se ha “expropiado la capacidad de hacer negocios” a algunos sectores, como la hostelería, a la que, según el diputado, Barbón le ha dado “la puntilla”. Según el parlamentario, “salvo en la primera ola, la incidencia sanitaria en Asturias y Madrid es parecidísima, pero la económica es muy distinta”.
La réplica al Partido Popular la dio la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, quien contestó que el PIB de la Comunidad de Madrid cayó más que el de Asturias durante la pandemia e indicó que las medidas restrictivas aplicadas en Asturias son similares al del resto de comunidades autónomas y países de la UE.
Cárcaba también defendió la gestión de las ayudas que se ha llevado a cabo en Asturias y afirmó que el sobrante de los 74 millones de la primera convocatoria se incorporará a la segunda, que incluirá actividades hasta ahora no contempladas y cuya elaboración ya está afrontando el Ejecutivo. Insistió en que el reparto se analizará con los grupos que aprobaron el Presupuesto de este año, todos a excepción del PP y Vox.
