En la plaza del Fresno de Oviedo, a eso de las cuatro de la tarde de este Domingo de Ramos marcado (un año más) por la pandemia del coronavirus, los había que aún esperaban por mesa en una terraza para tomar el vermú. A unos cuantos metros, en pleno casco viejo de la capital asturiana, en El Fontán, todavía quedaba hora y media para que en algunos restaurantes se sentasen los últimos comensales de una jornada en la que fue difícil encontrar una silla disponible al aire libre.
Esto, en Oviedo. Pero tal descripción se acopla bien a lo que sucedió en cualquier otra ciudad o localidad del Principado este último domingo de marzo, en pleno inicio de Semana Santa.
El cambio de hora –los relojes se adelantaron de madrugada– y la mañana soleada animó a muchos a prolongar la salida matinal, el vermú y los aperitivos, sin prisa de comer y mucho menos de volver a casa. Para eso ya está marcado el toque de queda a las diez de la noche, hora límite –tal y como obliga el gobierno regional– para recogerse en el hogar salvo que haya algún motivo justificado para estar en la calle. Dos horas antes, a las ocho, se acaba el poder tomar algo en un bar.
Así que como para guardarse antes de tiempo, y eso pese a que las temperaturas, más altas que el sábado, no fueron todo lo agradables de lo deseado cuando soplaba el viento y la brisa, sobre todo en la costa. “Con el adelanto de hora, va a ser difícil cumplir el toque de queda a partir de ahora, cuando haya buen tiempo como estos días. Recogerse sin se que se haga de noche, cuesta”, lamentó un gijonés desplazado a Salinas (Castrillón).
Aparcamiento
Todo esto explica que en la localidad castrillonense, con amplias zonas de aparcamiento junto a la playa, fuera ya algo difícil encontrar una buena plaza para aparcar en torno a la una de la tarde. Por el paseo, por momentos, era necesario apartarse en aras de respetar la tan necesaria distancia social para evitar contagios. El sol sacó a media Asturias de casa, sobre todo, los residentes en las ciudades: en la salida de Oviedo en sentido Avilés o Gijón por la “Y” hubo circulación más bien lenta hasta desahogar de forma intermitente durante toda la mañana y, a la tarde, para regresar, la densidad del tráfico en la autopista fue evidente.
Playas, sendas, paseos marítimo, montes, áreas recreativas, parques, terrazas... Todo vale a los asturianos, ansiosos por disfrutar del aire libre con su libertad condicionada por el covid que les ha facilitado, debido a la prohibición de entrada de turistas a la región, disfrutar en exclusiva de todas las bondades del Paraíso Natural.
Este lunes, más de lo mismo. Los que estén ya de vacaciones tendrán una jornada de sol y calor, con temperaturas superiores a los 20 grados en toda la región.
El tiempo en Asturias
El lunes habrá más calor en el Principado. Ascienden las temperaturas, el cielo estará despejado.... Se espera un inicio de semana con calor propio del verano. Los termómetros alcanzarán los 26 grados en Avilés, Gijón o Langreo.