“Los técnicos de rayos hemos estado en primera línea frente a la pandemia desde el primer momento, y ahora lo estaremos más en memoria de Rosa”. Conteniendo las lágrimas a duras penas, así se pronunció ayer Javier Menéndez de Salas, técnico especialista en Radiodiagnóstico del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en alusión a su compañera Rosa Banquetero Méndez, fallecida por coronavirus anteayer, domingo, tras varias semanas ingresada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del complejo sanitario ovetense. Según fuentes sanitarias, cuando contrajo el covid-19 ya había recibido una dosis de la vacuna del coronavirus y estaba pendiente de la segunda.
Con 50 años y madre de un hijo de 20, Rosa Banquetero se convirtió de este modo en la segunda víctima del coronavirus en la red sanitaria de Asturias. A principios del pasado febrero moría, varias semanas después de una infección por coronavirus, Pablo Riesgo, auxiliar de enfermería del Hospital de Jove (Gijón), con tan solo 26 años.
Ayer, el primero en hacer pública la noticia y manifestar el pésame a “su familia, allegados y a todos sus compañeros” fue el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, al inicio de su comparecencia en la Junta General del Principado. A las 13.45 horas, decenas de compañeros de la fallecida se concentraron en la puerta principal del HUCA para rendirle homenaje. Los rostros irradiaban consternación. Unos minutos de silencio sepulcral terminaron con un sentido aplauso. “Siempre fue jovial, alegre, sus palabras favoritas eran ‘cari’, ‘vidi’. Siempre estaba sonriendo, era un cielo de persona”, destacó su compañero Javier Menéndez. Sus colegas más cercanos elaboraron y distribuyeron unos lazos conmemorativos.
Rosa Banquetero formaba parte del servicio de Radiodiagnóstico del complejo sanitario ovetense. “Los técnicos de rayos estamos en Urgencias, en las ecos, en consultas, en la UCI, en quirófanos... Estamos en todo el hospital. A Rosa la conocía muchísima gente de fuera del servicio. Era superagradable, superalegre”, destacó Menéndez de Salas.
¿Qué sensaciones quedan entre los compañeros de la sanitaria fallecida? Muy variadas, sin duda. Javier Menéndez de Salas resumió las suyas ante los micrófonos: “Alguien dijo que todo el mundo debería hacer una visita a la UCI [para concienciarse]. Pero nosotros no podemos imponer nada. La gente o lo ve o no lo ve. Nuestro papel es protegernos con los medios que tengamos e intentar que nos toque lo menos posible”.
Faustino García Arias, jefe del servicio de Radiodiagnóstico, describió a Rosa Banquetero como “una persona muy risueña, permanentemente alegre, cosa poco frecuente en un hospital con tanto estrés en el trabajo”. Y añadió: “Era incansable y, en las reuniones, difundía alegría entre sus compañeros”. Luis Hevia, gerente del HUCA, quiso transmitir las “condolencias” de todo el equipo directivo del HUCA a la familia de Rosa Banquetero, a quien definió como “una persona muy apreciada en el hospital, tanto por su gran profesionalidad como por su cariñoso y alegre talante con los pacientes y los compañeros”.
