El periodista Manuel Campo Vidal ha dirigido el estudio y coordinado la investigación sobre la percepción de los avances realizados en la España despoblada desde 2019, presentado en el Senado.
–¿Qué le parece el “Erasmus rural” anunciado por Teresa Ribera?
–Es una iniciativa novedosa, atractiva e imaginativa. La España urbana ha vivido de espaldas a la España rural. Igual que el programa “Erasmus” contribuyó a derribar el muro que suponía que España antes viviera de espaldas a Europa, esta propuesta puede ser positiva.
–Este programa arrancará con cien contratos a finales del curso 2021-2022. ¿Es suficiente o demasiado modesto?
–Es verdad que es poca gente a y final del próximo curso. Vamos contra reloj, pero bienvenida sea esta iniciativa. Ahora habrá que pedir que sean más y, si es posible, que se adelante la convocatoria.
–¿Los fondos de recuperación europeos pueden ser aliados en la lucha contra la despoblación en España?
–No es el maná. Hay que tener claro que se trata de fondos aplicados a proyectos. No es una lluvia indiscriminada de dinero, pero se ven como una esperanza.
–¿Tiene conocimiento de que alguna autonomía tenga proyectos rurales a estos fondos?
–Sí, conozco varios. Está el proyecto “Territorio rural inteligente” de Cantabria, otro de Extremadura y hay otros en Orense y Lugo. La petición está en marcha, otra cosa es la adjudicación. Lo importante es que haya proyectos porque España es de los países que peor aprovechan las ofertas de financiación europea. O tenemos buenos proyectos o nos pasará como en la película de “Bienvenido, Mister Marshall”.
–Su estudio alerta de las trabas de la descoordinación entre administraciones y la lentitud burocrática.
–Hay que simplificar trámites. El presidente de Extremadura ha dicho algo así como: “Todo lo que no está prohibido queda permitido”. Quizá sea un poco drástico, pero hay que eliminar muchas dificultades.
