La plataforma SOS Turismo Rural Asturias, integrada por medio centenar de establecimientos, solicitó ayer en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) la adopción de medidas cautelares que les permita abrir sus negocios antes “el agravio comparativo” que supone mantener su cierre frente a otras actividades con las que entiende que el Gobierno regional es más permisivo. Asturias es la única comunidad en la que los alojamientos turísticos permanecen cerrados desde el pasado mes de octubre, cuando se decreto el segundo estado de alarma por la pandemia de covid-19.
Desde esta plataforma aseguran, en su petición al TSJA, que no podrán aguantar mucho más una situación “desastrosa en lo económico, anímico y social”, ya que pese a carecer de ingresos tienen que seguir afrontando los gastos.
“Las medidas son del Medievo”
El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, aseguró que en la lucha contra la pandemia por el covid-19 “se están aplicando medidas medievales: no salir de casa y quemar en la hoguera a la hostelería”. Y en el caso concreto de Asturias añadió que el Principado está actuando “con crueldad”, prohibiendo incluso pernoctar fuera de casa, “lo que no ocurre en ningún otro sitio, porque en otras comunidades lo que se trata de promocionar es el turismo interior”.
Yzuel realizó estas declaraciones ayer durante su participación en la iniciativa gastronómica “Bocados del cofrade”, junto con el presidente de la patronal asturiana Otea, José Luis Álvarez Almeida, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y el concejal de Hostelería, Turismo y Congresos ovetense, Alfredo García Quintana.
El presidente de Hostelería de España advirtió de que las duras restricciones impuestas por el Principado han “arruinado prácticamente en su totalidad” a la región con medidas “absolutamente graves” y sin réplica en otras comunidades autónomas.
“Asturias está limitado por todos los lados, arruinado prácticamente en su totalidad. Es difícil entender que no se pueda pernoctar en una casa rural”, ha puesto de manifiesto Yzuel, que ve “crueldad diaria” en unas restricciones que están provocando unos efectos “muy graves” sobre la economía.
