Un total de ocho incendios forestales continuaban activos a última hora de la tarde de ayer, de los que tres estaban activos sin peligro, dos controlados y en los otros tres trabajaban los Bomberos para extinguir las llamas.

El concejo de Amieva registró un incendio en Argolibio; otro se localizó en Cabrales (Bulnes) y otro más en Cudillero (La Atalaya), los tres activos pero sin peligro, según informó el Servicios de Emergencias del Principado (SEPA).

En Langreo se registraron dos incendios forestales, uno por encima de La Fresnosa y La Mosqueta y otro en El Llanu, y uno más en Mieres, en la zona de la campa de Urbiés. Para extinguir las llamas trabajaron efectivos de Bomberos del SEPA, de los parques de Coballes, San Martín del Rey Aurelio, Mieres y La Morgal, además de un helicóptero de Bomberos.

Los otros dos incendios, ya controlados, se produjeron en Sariego entre el Remediu y Vega de Sariego, y en el concejo de Tineo, en Vallinaferrera.

Un informe preocupante

Asturias es, junto con Canarias, la comunidad autónoma que muestra peor situación en la evolución del arbolado en el último quinquenio, al contrario de lo que ocurre en el resto del país.

La principal causa de daños en árboles que presentan una defoliación superior al 25 por ciento se debe a los provocados por los incendios, seguido de “otros daños” que son principalmente atribuidos a la presencia de hiedra común, hongos –sobre todo por la existencia de chancros en castaños (“Cryphonectria parasitica”)– y, por último, también por el efecto del tizón y otros hongos de pudrición. Así se registra en el Informe de Daños forestales 2020 del Ministerio para la Transición Ecológica. Un documento que bebe de los estudios que desde 1987 se hacen para la Red Europea de Seguimiento de Daños en los Bosques y que en el territorio nacional se consiguen con la revisión sistemática de 620 parcelas –18 de ellas en Asturias– y la evaluación de una muestra de casi 15.000 árboles.

Según ese informe, Asturias no es la comunidad que más daño forestal demuestra desde que hay mediciones oficiales. Esas son Baleares, Madrid, Castilla-La Mancha y Cataluña. Pero la tendencia regional no es buena, ya que el incremento del porcentaje de masa forestal dañada ha sido del 2,3 por ciento, mientras que en el resto del país el porcentaje de árboles dañados de la muestra ha disminuido entre el 11,9 y el 5,8 por ciento.