La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se descarta que la mujer ingresada en Mieres sufriese una trombosis de las que se vinculan a la vacuna de AstraZeneca

Los últimos estudios médicos demuestran que la paciente no padeció una trombosis venosa cerebral

Vacunas de Astrazeneca.

Avance sustancial en el estudio del caso de la mujer ingresada en el hospital de Mieres después de que recibiese la vacuna de AstraZeneca. Las últimas pruebas de radiodiagnóstico descartan que lo que la paciente padeció fuese una trombosis venosa cerebral, las que se asocian precisamente con la vacuna y de las que apenas se cuentan un puñado de casos al año en Asturias.

En concreto, ha sido una angio-resonancia la prueba que ha permitido comprobar que las lesiones que presenta la paciente, de 55 años, no se corresponden con las de una trombosis venosa cerebral. Al principio de su ingreso se le realizó un angio-TAC, en el que se percibieron unas lesiones que sí parecían ser propias de un trombo de este tipo. Sin embargo, ha sido ahora la angio-resonancia magnética la que ha demostrado que no era así y que sus lesiones se corresponden con otro tipo de episodio cerebral.

La comunidad médica pedía "tranquilidad"

"Tranquilidad”. Es el consejo más repetido entre la comunidad científica ante la aparición de casos de trombosis entre personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca, como parecía ser el caso de la profesora ingresada en el Hospital Álvarez Buylla, de Mieres, ocho días después de que recibiera la primera dosis de esa patente, dentro del proceso de vacunación que gestiona el Servicio de Salud del Principado (Sespa). La mujer, de 55 años, permanece hospitalizada y mantiene una evolución favorable. Mientras tanto, las vacunaciones siguen a buen ritmo: en los cuatro días festivos de Semana Santa se han puesto en Asturias más de 24.000 dosis, de las que algo más de 11.000 corresponden a la de Oxford y AstraZeneca, según los datos de la consejería de Salud.

“La impresión que tenemos de forma bastante unánime en la comunidad científica sobre los casos de trombosis venosa asociados a la vacunación es que se trata de una incidencia bajísima. En Inglaterra, sobre 30 millones de vacunaciones hay 18 casos de trombosis. Eso significa uno o dos casos por millón, una incidencia, como decía, bajísima”, comenta el cirujano Manuel Vallina, quien subraya el efecto beneficioso que tiene el proceso de vacunación. “El covid, por sí solo, aumenta el riesgo de trombosis venosa. Un estudio hecho en el hospital del Vall de Hebrón a 230 pacientes de la UVI reveló que uno de cada cuatro tenía trombosis venosa, lo que duplica la incidencia de trombosis respecto a casos no covid de pacientes que están en la UVI. El beneficio está claro. Yo me vacunaría con toda tranquilidad, sabiendo que el riesgo cero ahora mismo no existe y que es necesario que esta pesadilla se acabe”, añadió Vallina, quien ha tenido ocasión de comprobar de cerca los efectos del coronavirus ya que estuvo cuatro meses de voluntario en el Hospital de la Feria de Muestras Gijón.

También incidió en un detalle a destacar. En la revista “Science”, un grupo de médicos alemanes ha publicado un estudio sobre los mecanismos por los que se produce esta trombosis venosa, “así que una vez que se conoce el mecanismo se puede tratar. Hay que detectarlo precozmente, pero se puede tratar”, apuntó Vallina.

Los médicos reconocen que quizá no resulte sencillo establecer una relación causal entre la trombosis que ha sufrido la profesora de Mieres y la vacunación, aunque clínicamente sí que sería un caso típico de complicación de la vacuna de AstraZeneca, conforme lo están describiendo en otros países.

Sergio Calleja, jefe de la unidad de Ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), indicó que las trombosis venosas cerebrales no suelen ser algo habitual entre los 3.000 accidentes cerebrovasculares que se registran en la comunidad autónoma. “Hay años que vemos tan pocos como cinco o seis y hay algún año que vemos diez o doce, pero no más”. La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha publicado un documento que refleja que los casos de trombosis venosa relacionados con la vacuna tienen un origen inmune. Es decir, hay una especie de ataque inmunológico suscitado por la vacuna contra las plaquetas de la sangre, de tal forma que en los pacientes afectados por esa relación hay una disminución muy importante en la cifra de las plaquetas que, además, son plaquetas disfuncionantes y van a favorecer la trombosis. Es decir, las personas que sufran una trombosis venosa presentarán una reducción en el número de plaquetas.

Compartir el artículo

stats