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Milagros Marcos | | Diputada y secretaria nacional del PP de Agricultura y Despoblación

“A este Gobierno le sobra ideología y le falta sentido común con el lobo”

“Los cambios de la futura PAC perjudican especialmente a la ganadería de montaña; no se puede decidir desde el paseo de Atocha sin tocar tierra”

Milagros Marcos.

Ha sido consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz del gobierno de Castilla y León en el último mandato de Juan Vicente Herrera. Es el aval político de Milagros Marcos (Palencia, 1965), que ha dado el salto al Congreso de los Diputados y es la secretaria nacional de Agricultura y Despoblación en el nuevo equipo conformado por Pablo Casado. Ayer asistió en Villaviciosa a la constitución de la comisión de estudio de Medio Rural, Ganadería y Pesca del PP asturiano. Se muestra muy crítica tanto con la negociación del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) como con la gestión del lobo de la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera. Y tacha de “propagandística” la política del Ejecutivo central para combatir la despoblación.

–¿Qué escenario vislumbra para España en el reparto de la futura PAC?

–Un escenario pesimista, teniendo en cuenta que hay menos presupuesto y con más compromisos medioambientales para la agricultura y la ganadería. Además, el Gobierno está escondiendo los cambios del nuevo modelo sobre el sistema de derechos y sobre las regiones productivas. En el boletín de enero ya hay un recorte clarísimo del 10 por ciento lineal para todos los perceptores de PAC y otro, asociado a los ecoesquemas, previsiblemente del 30 por ciento, que es para todo el mundo y que solo si tienes la suerte de contar con un ecoesquema, podrás recuperar, pero para contar con las mismas ayudas que ahora ya tiene. De entrada, todo el mundo pierde porque nadie conseguirá ese 30 por ciento sin invertir o sin renunciar a capacidad productiva. A esto se une una deriva contra la ganadería, porque el Gobierno ha tomado decisiones perjudiciales contra el sector, al margen de lo que pide la Unión Europea. La ganadería en extensivo sale especialmente perjudicada. No se entiende que el Gobierno haya ido a Bruselas sin negociar con otros países y se haya conformado con lo que le dan.

–Mal lo pone para el campo de Asturias.

–Pues Asturias, una región esencialmente ganadera, va a tener serios problemas. Habrá ganaderías que pierdan hasta un 24 por ciento de ayudas. Los diez mil beneficiarios de la PAC van a tener una pérdida inicial de un 10 por ciento. El extensivo va a tener un problema con los derechos y la ganadería de cebo quedará sin un euro si no está pastando. El sector se verá muy afectado con el decreto de los purines, que no tiene en cuenta las características especiales de su orografía: Asturias tiene unos pastos riquísimos, pero en inclinación, tienen un ángulo en el que hay escorrentía. No se puede pedir a los ganaderos de aquí las mismas condiciones que en Tierra de Campos. No tiene sentido definir normas desde el Ministerio de Agricultura en el Paseo de Atocha sin tocar tierra y sin conocer hechos diferenciales que, precisamente, marcan la riqueza de esta tierra. La ganadería de montaña sale especialmente perjudicada. Asturias pierde al año 120 productores de leche, es una barbaridad. Encima el Gobierno está demonizando al sector.

–¿A qué se refiere?

–Cuando hablo de demonizar, me refiero a que este Gobierno habla de los lunes sin carne o dice que robamos la leche a las vacas. Cuando hablo de demonizar me refiero al etiquetado frontal Nutriscore, que valorar mejor productos ultraprocesados o una bebida edulcorada que los quesos o que los ataques del lobo se aplaudan. Hay que controlar al lobo y es un asturiano el que está promoviendo su inclusión el listado Lespre para prohibir que sea especie cinegética.

–Ha sido consejera en Castilla y León. ¿Qué le parece el planteamiento del Gobierno asturiano de poder mantener su sistema de control aunque no considere al lobo especie cinegética?

–Lo podemos llamar como queramos y ponerle nombres bonitos pero el control poblacional del lobo, que resulta fundamental, consiste en la eliminación de un determinado número de ejemplares y la única forma de hacerlo es la caza. Vale que puede hacerse con agentes medioambientales o generando riqueza en los pueblos. Es mucho más inteligente obtener beneficios para municipios pequeños que pueden vivir de ello que pagar por ese control, pero el objetivo es el mismo.

–¿Cómo valora la posición del Gobierno asturiano, crítico con la posición del Ejecutivo central, pese a ser del mismo signo, de incluir el lobo en la lista de especies protegidas?

–En este caso, defiende la lógica y el sentido común. El Gobierno central y la Vicepresidencia de Transición Ecológica tiene una posición ideológica. No puede ser que pretenda indemnizar a los ganaderos con su propio dinero, es una tomadura de pelo y un insulto a la inteligencia del sector.

–¿Sobra ruido para dar con una solución a este problema?

–No, sobra ideología y falta sentido común.

–¿Suponen los fondos de reconstrucción una oportunidad ante el reto demográfico?

–Si hubiera dinero... De los 140.000 millones de euros llegarán a la agricultura y ganadería mil míseros millones. El Comisionado del Reto Demográfico tiene una estructura administrativa faraónica pero el plan que hemos conocido es pura ideología y tiene mucho de propaganda.

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