Ángel Colmeiro Quero, vicepresidente de la Asociación de Familias Numerosas de Asturias (AFNA), iba a la Junta a contestar preguntas, pero también quiso plantear de entrada unas cuantas a los diputados que le escuchaban: “¿Qué van a hacer ustedes?”. Compareciente en la comisión especial constituida en el parlamento asturiano para el estudio del reto demográfico, Colmeiro venía de constatar la existencia de “un problema” en esta autonomía que tiene enquistada la peor fecundidad de España y que, sin embargo y a su juicio, “no es una región amiga de las familias, al menos de las numerosas”. Regañó al Principado porque “carece de una verdadera política familiar”, o porque “lo poco que tiene es un maquillaje que no merece ser llamado así, que a lo sumo persigue paliar situaciones de pobreza severa”.
Siguió un inventario de agravios que lamenta una política fiscal mal diseñada, o lastrada por el establecimiento de unos límites de renta para acceder a la deducción por familia numerosa en el IRPF que solo dejan pasar a unidades familiares “muy pobres”, “que carecen de rentas para criar a sus hijos con dignidad o cercanas al umbral de la pobreza…” Colmeiro detalló además los motivos por los que Asturias incumple la ley de protección a las familias numerosas, vigente desde 2003, y que por ejemplo establece para estas unidades familiares “un derecho de trato preferente en el acceso a viviendas protegidas”. Pese a ello, “ni una sola” de estas casas le ha sido asignada a una de estas familias, protesta el vicepresidente de AFNA, que recuerda que “el hecho familiar genera valor y riqueza” y su aliento debería ser prioritario para un Gobierno que quisiera dar la vuelta al gran lastre demográfico de Asturias. No quiso irse sin dejar constancia de su decepción tras reunirse con el comisionado asturiano para el reto demográfico y “descubrir que era una figura de cartón piedra, un decorado que aparecía en los papeles pero que carecía de personal administrativo e incluso de competencias concretas sobre el tema familiar…” Terminó abrazando abiertamente “la adopción de una ley asturiana de familia y reto demográfico que reúna todas las políticas públicas en la materia” como medio para terminar teniendo una administración pública que se responsabilice de las soluciones y “rinda cuentas” de los resultados. Partidario de las ayudas directas a la natalidad como complemento de otras acciones, resalta además que “los países que destinan un mayor porcentaje de su PIB a políticas familiares tienen también datos demográficos más favorables”.
En el estado actual de la cuestión, continúa, tampoco las condiciones para las ayudas al alquiler permiten el acceso de las familias numerosas, que tienen reconocidos en la ley estatal de 2003 otros beneficios que tampoco perciben en Asturias: exenciones y bonificaciones en tasas y precios públicos, tarifas de transporte… Lamenta que con los años que han caído de liderazgo asturiano entre las regiones con menos fecundidad de España aún deba pedir, por ejemplo, la retirada de las limitaciones de renta que coartan el acceso de las familias numerosas a las deducciones fiscales o a otras desgravaciones que se le ocurren a vuelapluma, sobre “gastos en idiomas, en educación superior u odontológicos”… A preguntas del PSOE, concedió una valoración “positiva” de la gratuidad de las escuelas infantiles para estas unidades familiares y mirando al medio rural señaló el ejemplo de Pravia y su acuerdo unánime para conceder “exenciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a familias numerosas que se establezcan en el municipio”. Es un “acierto”, apunta, que se haga uso de una competencia contenida en la ley de haciendas locales que en Asturias apenas están utilizando “siete u ocho concejos”.
La sesión de la comisión demográfica en la Junta también se encontró ayer, por lo demás, con la llamada de atención sobre las potencialidades desaprovechadas del Camino de Santiago. Laureano Víctor García Díez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago del Interior, defendió las aportaciones que la ruta jacobea puede brindar contra la depresión de la población. El Camino, dijo, “toca toda Asturias, pero sobre todo zonas tremendamente deprimidas y con un futuro absolutamente desolador” en las que “tiene capacidad de fijar población ante la necesidad de abrir o mantener servicios para atender a los peregrinos. Parecen temas nimios”, pero según dónde son “esenciales”, resaltó. En Borres (Tineo), “con sus treintaypocos vecinos, hacía 19 años que se había cerrado el único bar y vuelve a haber una pequeña tienda de ultramarinos, un albergue privado y otro público… Berducedo (Allande) duplica su población gracias a los peregrinos”. Tampoco ignoró la oportunidad de dejar en la Junta su queja por el “fracaso” de rendimiento del “Libro blanco” del Camino, elaborado en 2016, con sus 98 medidas de las que se pueden haber cumplido “diez o doce”, o por la ausencia persistente de algo que considera fundamental, como la web o la app de la ruta en Asturias o los reglamentos de gestión y uso de los albergues.
El veterinario Manuel Fernández Fernández, exconsejero de Agricultura en el gobierno popular de Sergio Marqués, expuso su convicción sobre la necesidad de elevar la despoblación a “prioridad estratégica” y de que Asturias haga fuerza para exigir ayudas específicas configurando alianzas con otras regiones dentro y fuera de España. Habló de activar el sector forestal como “colchón y hucha del medio rural”, de la agroganadería, la agroalimentación y la pesca, y pidió para todos “más medios y más agilidad en los trámites, más ayudas al sector primario, menos burocracia y trabas desde las administraciones y menos fiscalidad…” Recorre todo esto una demanda común, que “la administración debe poner mucho más dinero. Es la única forma de que los jóvenes tengan estímulos para quedarse”.
