La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, sugirió ayer al candidato a la presidencia del Consejo de Transparencia José Manuel Fernández que si finalmente este órgano tiene su sede en Avilés y él acaba como presidente “se venga a vivir a la ciudad, que es una localidad con gran calidad de vida y vivienda barata”. De ese modo, según Monteserín, José Manuel Fernández tendría más “fácil” la conciliación de la vida personal y laboral, un hándicap que el candidato expuso en una comisión parlamentaria como argumento para tildar de “ocurrencia” la posible ubicación de la sede del Consejo de Transparencia en Avilés, una cuestión que defiende el grupo parlamentario de Ciudadanos. La citada comisión parlamentaria tiene como objeto evaluar la idoneidad de los candidatos a la presidencia del Consejo. Tras el escándalo por sus afirmaciones, el PSOE ha pedido aplazar la votación para designar al presidente del Consejo de Transparencia.

Monteserín, que en todo momento subrayó la condición de “candidato” a la presidencia del Consejo de Transparencia de José Manuel Fernández, destacó que Avilés es “la ciudad del cuarto de hora” dando a entender que, por su tamaño y organización urbana, “se puede ir andando a cualquier lado y tardar menos de 15 minutos”. Además de sugerir que si el desplazamiento de los funcionarios desde otras partes de Asturias a Avilés es un trastorno para la conciliación, lo que procede es fijar la residencia en el lugar de trabajo, la Alcaldesa manifestó con tono grave que la razón expuesta por José Manuel Fernández para descartar Avilés como sede del Consejo de Transparencia “no puede ser excusa”.

Fernández, funcionario del Cuerpo Superior de Administradores del Principado y exdirector general en varios departamentos autonómicos, justificó sus reparos al emplazamiento avilesino de la sede del Consejo de Transparencia en que la mayor parte de la actividad a controlar por el futuro órgano “se encuentra en Oviedo”, el traslado de los 14 miembros del citado órgano a Avilés generaría el pago de dietas y la labor de formación y funcionamiento de la Oficina de Buen Gobierno sería “más sencilla” en la capital, donde está la sede del instituto Adolfo Posada.