Un grupo de productores de manzana ha formalizado desde Gijón una candidatura alternativa para las próximas elecciones al Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias, que se celebrarán el próximo 15 de mayo, con la intención de “apoyar a productores de manzana que quieren un cambio en el modo de hacer las cosas, que creen que es necesaria una inyección de nuevas ideas y formas de trabajar para tratar de resolver problemas que arrastramos desde hace años; para ser capaces de abordar los apasionantes retos futuros, por defender el interés general de la manzana y sidra de Asturias”, explicaban ayer Daniel Exner, Cesáreo Ferreras e Igor Ferreras, tres de los miembros de la candidatura.

En la lista han tratado de representar “la diversidad de las pomaradas de Asturias, grandes, medianas y pequeñas, que llevamos décadas trabajando la manzana, que invertimos en medidas que mejoren la rentabilidad, que creemos en el diálogo necesario con el llagar de mayor transparencia, planificación y respeto mutuo”. Entre sus pilares figuran el apoyo al cooperativismo “como entidad que debe proponer conocimiento, rentabilidad y servicios de calidad a sus asociados”. Y, sobre todo, “creemos en el futuro de la sidra y manzana regionales; ha llegado el momento de poner la manzana de Asturias en valor”, afirman el resto de productores de la candidatura: Antonio Torres, Simon Ashbridge-Thomlinson, José Alonso, Delfina Llera, Miguel Valdés, Pedro Ramas y Javier Bermejo.

“La calidad y la rentabilidad” del cultivo son el objetivo fundamental partiendo de que “hay que entender la diversidad de las pomaradas de Asturias”, con una visión de futuro del sector de la sidra “optimista”. “Si la demanda de sidra crece en todo el mundo, Asturias es una de las principales regiones productoras y la mejor sidra se hace con manzana asturiana, sólo falta creérnoslo y poner los medios necesarios para planificar y ejecutar el plan adecuado”, razonan. Para ello “va a hacer falta más manzana, más trazabilidad de producto, más productividad que redundará en la rentabilidad de las plantaciones, pero también más compromiso e involucración de los llagares, de la hostelería y por supuesto de la administración. Si seguimos este camino ayudaremos a la creación de riqueza en el Principado, de puestos de trabajo, asentamiento de población rural, de una imagen exterior”, sostienen.

Y para conseguirlo, urge que las pomaradas sean rentables. “También que dejemos de ver la sidra como una bebida barata y de segunda; hay una buena base de trabajo creado en la DOP en los últimos años y tenemos frente a nosotros una oportunidad en forma de creciente demanda de productos naturales y de calidad que debemos aprovechar”, advierten, antes de recordar que es clave planificar la cosecha “de la mano de llagareros y probablemente la administración, es urgente poner medios reales para resolver los problemas de la vecería a medio y largo plazo”, insisten, con propuestas complementarias como poner en marcha un plan al 2030 para el sector. El objetivo es que se pueda informar al consumidor “sobre las bondades de nuestro producto, aquí pero también fuera de Asturias y de España”, indican, “siendo creativos frente a esa demanda, creyéndonos que realmente tenemos la mejor manzana de sidra del mundo, que nos cuesta mucho sacar adelante y que por eso debe valorarse adecuadamente”.

Si las previsiones para esta temporada se cumplen, “la cosecha será muy abundante y las ventas de sidra están por ver en los próximos 5 meses”, advierten, por lo que “hay que comenzar a valorar ya cual puede ser la situación de los llagares llegado el momento y plantear alternativas. Estamos a tiempo de planificar lo que en ocasiones anteriores ha sido un gran problema de inestabilidad y crispación entre productores y elaboradores”, insisten. Para que “el beneficio sea para todos”.