Los cazadores salieron ayer “satisfechos” del Consejo Regional de la Caza al acceder el Principado a negociar un cambio en la normativa que garantice la viabilidad de las sociedades gestoras de los cotos. La Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial anunció que “otorgará más puntuación” para la explotación de los terrenos “a las entidades con mayor arraigo y tradición”, y “adecuará el número de guardas a la superficie gestionada”. Asimismo, triplicará las ayudas a las sociedades de caza, hasta alcanzar los 157.000 euros, con el objetivo de “colaborar” en su viabilidad económica.
Para la Fundación para el Manejo, Desarrollo y Conservación de la Vida Silvestre y su Hábitat (Fadovisa), que representa a un gran número de sociedades, las cesiones del Principado son “pequeñas”, pero aspiran a conseguir más una vez se abran las negociaciones. “Si algo quedó muy claro en el Consejo es que hay que modificar primero el reglamento y, una vez actualizada la base jurídica, entrar en el pliego de condiciones para la gestión de los cotos”, afirman. La Consejería de Medio Rural está dispuesto a ello. Ayer señaló que “la normativa, con más de treinta años de vigencia, requiere una modificación, especialmente de los aspectos que pueden comprometer la viabilidad de la actividad”. Así, añadieron, “el Ejecutivo autonómico pretende adecuar los pliegos de condiciones y garantizar el equilibrio entra la custodia del territorio y la dinamización del tejido socioeconómico de las zonas rurales”.
Los cazadores están, en este sentido, “a la expectativa” de que el Principado concrete en el papel sus medidas. Algunas sociedades amenazan con plantarse y no renovar este año la explotación de los cotos si la Administración no atiende unos “mínimos”. Entre ellos está que el Gobierno asuma parte de los daños. En concreto, las entidades gestoras de 17 cotos proponen que las sociedades hagan frente al 75% –en lugar del 100% actual– de los daños que las especies cinegéticas generan en cultivos. Piden, en este sentido, dejar de pagar los daños producidos en la cabaña ganadera, porque son mínimos, pero el coste administrativo es muy alto.
