El Gobierno asturiano dio ayer el primer paso para poner en marcha la convocatoria de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), con la aprobación del gasto de 105 millones de euros, que supone un incremento respecto a la partida autorizada en abril del año pasado. Las organizaciones del campo asturiano reconocieron la importancia que tienen esas compensaciones pero se mostraron casi unánimes en la denuncia del retraso. “Somos los últimos de España y casi de Europa en poder iniciar los trámites para cobrar estas ayudas”, coincidieron Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias, y Ramón Artime, presidente de ASAJA Asturias.

“El retraso de Asturias en las ayudas de la PAC es de juzgado de guardia y supone un gran trastorno porque ya vamos muy tarde, aunque se amplíe el plazo. La gente hace sus cálculos en septiembre para planificar los pagos, por ejemplo de la compra de un tractor, y ahora se encuentran con que no les llega el dinero y el problema no es para el concesionario sino para nosotros”, valoró Mercedes Cruzado (COAG). “Es tremendo. ¿Si se hace en otros sitios a tiempo por qué no se puede hacer aquí? Parece que tienen alergia al trabajo”, abundó Cruzado.

Una crítica de la que también se mostró partícipe Ramón Artime (ASAJA): “Es incomprensible que Asturias sea la última comunidad autónoma de España y la última de Europa. Siempre nos coge el toro”, cuestionó Artime, quien destacó la relevancia de contar pronto con esas ayudas. “El 80 por ciento de la PAC lo adelanta el banco, te da liquidez y te permite cobrar el 90 por ciento de una sola vez. Pero a estas alturas todavía están sin cobrar cantidades del año pasado”, afirmó Artime, quien cargó contra “la pasividad” de la administración asturiana “en estas gestiones, algo que no ocurre en otros sitios”.

Más del 60 por ciento de este dinero, procedente de la Unión Europea, será para la concesión de ayudas a las rentas, que están financiadas íntegramente por el Fondo Europeo Agrícola de Garantía Agraria (Feaga). Esta partida, que asciende a 64 millones, se destina tanto a subvenciones no relacionadas con la producción, tales como los pagos básico y verde y ayudas a la incorporación de jóvenes, como a la vinculadas a la producción, que incluyen, por ejemplo, el mantenimiento de explotaciones con vacas nodrizas, de vacuno de cebo, vacuno de leche, ovino y caprino.

El 40 por ciento restante, 40,4 millones, estará destinado para las ayudas al desarrollo rural, cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader). Esta partida apoya la actividad agraria sostenible vinculada a medidas de agroambiente y clima, producción ecológica, pagos al amparo de la red Natura 2000 y zonas de montaña y con limitaciones naturales específicas. Además, habrá otros 653.280 euros para complementar y reajustar el gasto de medidas de desarrollo rural de compromisos ya en vigor, correspondientes a convocatorias del Programa de Desarrollo Rural (PDR).

El Ejecutivo autonómico valora estas ayudas como “un importante instrumento” para el sector agroganadero asturiano, pues “contribuyen a la viabilidad económica de las ganaderías y reducen el riesgo de abandono de la actividad productiva”. En el último año con datos cerrados, 2019, se registró la baja de un centenar de explotaciones ganaderas, según denunció el PP regional semanas atrás.

Los plazos

El Gobierno subrayó que estas ayudas “proporcionan un nivel de vida razonable a los profesionales y garantizan su renta, al tiempo que favorecen la modernización de las explotaciones, preservando el medio ambiente y el paisaje rural”. También incidió en la ampliación de plazos: el Ministerio de Agricultura ha autorizado ampliar la presentación de solicitudes hasta el 15 de mayo, con la posibilidad de que el Principado acuerde una prórroga, dos semanas más, hasta finales de mayo.