El turismo rural asturiano ya tiene reservas de cara al verano. La expectación es máxima en el sector turístico, al mismo nivel que la prudencia, teniendo en cuenta que lo que ocurra en los próximos meses dependerá de la evolución de los contagios y sobre todo del ritmo de la vacunación no solo en Asturias, sino en el conjunto del país. Pero “hay signos que hacen pensar en que irá bien”, resumió el propietario de un establecimiento rural.

Las reservas y consultas se concentran en la semana del 8 al 15 de agosto; a continuación, la primera semana de ese mes, y luego el resto. Pero también empieza a haber un goteo para el mes de julio.

“La actividad que empezamos a registrar es similar a la del año pasado, en el que también había muchas expectativas y que finalmente fue óptimo pese a las dudas que había con la pandemia y si volverían a confinarnos a todos o no”, explica Jaime García, presidente de la asociación de turismo rural ARCA. “Asturias es un destino seguro e interesante, o eso nos dicen quienes hacen las consultas y reservas”, añade.

El verano de 2020, el de la pandemia, fue el más raro y el mejor que vivió Asturias. Los bajos índices de contagios que se registraron en el Principado durante la primera ola de las infecciones y fallecimientos por el covid-19 en comparación con otras comunidades autónomas le sirvieron al sector para promocionar la región como el “paraíso de la salud”. Y funcionó, al punto que para muchos negocios supuso un salvavidas que les permitió soportar, no sin dificultades, lo que vendría después.

Este año, según los propietarios de negocios consultados, se está repitiendo la tónica del anterior verano. “Es turismo nacional, básicamente de Madrid y Cataluña, y se pide que estén cerca las playas, lo más próximo posible, y son mayoritariamente grupos grandes, de familias y de amigos”, explica Jaime García.

Los precios se mantienen “similares” al año pasado, pero con un condicionante novedoso. “La gente reserva con la condición de que si la situación cambia y no pueden venir porque suban los contagios y haya nuevos cierres perimetrales, puedan cancelar sin coste. Así que las reservas están pendientes de cómo evolucionen los contagios y la vacunación”, advierte el presidente de ARCA.

Un año más, la zona oriental asturiana es la de mayor reclamo y donde ya hay alojamientos turísticos rurales con uno e incluso dos semanas de agosto que están al completo, aunque aún son una minoría. Pero todo apunta a que las consultas y las reservas se vayan animando con el paso de las semanas.

“La clave va a estar en que se levante el estado de alarma. Muchas personas que llaman para consultar dicen que van a esperar a ver si por fin se levanta o no. Así que suponemos que será a partir de esa fecha cuando se produzca ya el incremento importante de reservas”, explica Jaime García.

Las previsiones en el sector turístico también apuntan en ese sentido para los negocios de las autocaravanas y de los campings. Estos últimos tienen además el añadido de que las duras restricciones impuestas por el Gobierno regional en Asturias han impedido a los propietarios de alquileres de larga estancia poder acceder a sus vehículos, con lo que “hay ansia” de poder disfrutar de esta segunda residencia al aire libre, aseguraron las fuentes consultadas.

El panorama es bien distinto en el caso de los hoteles, pero es lo “normal”, afirman desde el sector, porque “Asturias es una región de reservas de última hora” y lo previsible es que hasta junio no se empiecen a recibir. Pero nada diferente a lo habitual. Y eso no significa que no haya elevadas expectativas, sino que la dinámica es diferente.

Lo que sí es común en todos los casos es que todas las esperanzas están puestas en que avance el ritmo de vacunación y se cumplan las previsiones del Gobierno para que un amplio porcentaje de la población esté vacunada en verano. Esa es la clave, aseguran en el sector, para que sus negocios respiren.

Las negociaciones para la desescalada en la hostelería continuarán durante esta semana

Las negociaciones entre el Gobierno regional y las patronales FADE y Otea para flexibilizar las medidas en la hostelería y la restauración asturianas continuarán a lo largo de esta semana, pendientes de la evolución de los contagios por covid-19, según confirmaron fuentes conocedoras de las conversaciones. El sector estaba pendiente de los datos correspondientes a este fin de semana en la confianza de que hoy mismo pudieran ampliar el horario en el interior de los locales hasta las once de la noche, igual que en las terrazas, para servir cenar. Pero el consejero de Salud, Pablo Fernández, abortó esa posibilidad antes incluso de que publicaran las cifras de contagios. Al mediodía del sábado descartó que “de momento” vaya a haber flexibilizaciones. El incremento de contagios entre jóvenes de 15 a 25 años, de ingresos en la UCI y la aparición de nuevas cepas han llevado a las autoridades sanitarias a tomar esa decisión. Pero el Consejero de Salud no cerró la puerta de cara a un futuro próximo. Manteniendo la “monitorización de los casos, la prudencia y la proporcionalidad que el Principado ha aplicado hasta ahora”, hay tiempo hasta el viernes para modificar el decreto que puede cambiar las cosas si durante la próxima semana los contagios bajan o al menos se mantienen. Las fuentes conocedoras de las negociaciones entre el Principado y las patronales también señalaron que en las conversaciones ha quedado claro que, al menos de momento, la flexibilización se limitaría a la restauración, quedando todavía al margen los negocios de ocio nocturno. “Los datos epidemiológicos todavía no son favorables para dar ese paso”, aseguraron.