Su nombre es “Akkermansia muciniphila” y es uno de los millones de microorganismos que forman parte de la microbiota (o flora) intestinal. La “Akkermansia”, identificada por primera vez en 2004, podría ayudar a revertir el deterioro cognitivo asociado a las personas que padecen hígado graso no alcohólico, una enfermedad en auge para la que apenas hay opciones terapéuticas y que afecta a más del 20% de la población. Así lo ha revelado una investigación liderada por la Universidad de Oviedo que ha contado con la participación del Instituto de Productos Lácteos (IPLA-CSIC) y del King’s College de Londres.