Los jóvenes científicos asturianos defendieron ayer que “llevar a cabo una investigación sí es un trabajo” y lamentaron que “no se remunere a pesar de que generan riqueza”. Lo hicieron en respuesta a la advertencia lanzada el martes por la Consejería de Ciencia de que “el doctorado no es en sí mismo un trabajo ni está remunerado”, sino que “es una etapa académica”.

En esto último están de acuerdo los integrantes de AFIA (Asamblea por el Futuro de la Investigación en Asturias), que son en su mayoría científicos afectados por el retraso de las ayudas “Severo Ochoa”, más conocidas como “becas tortuga”, y que se quejan de “trabajar gratis”. Sin embargo, recuerdan que durante el tiempo de elaboración de una tesis también investigan. Y “esa investigación, predoctoral o no, e independientemente del área de conocimiento, conlleva unos gastos –materiales de laboratorio y de archivo, desplazamiento para trabajo de campo...”– difíciles de sufragar por una personal que se encuentra, normalmente, inactivo en el mercado laboral, ya que sigue en su etapa de formación académica”.

A estos gastos básicos, se suman otros más: “Estancias de investigación nacionales e internacionales, asistencia a congresos y presentación de comunicaciones, publicación de artículos, cursos obligatorios, entre otros”. “Y, mientras, quien investiga para sus tesis ha de enfrentarse a esta situación –se quejan–, el centro de investigación o académico al que se adscribe su tesis se ve favorecido por la producción científica (artículos en revistas, asistencia y participación en congresos) de quien invierte su propio dinero en estas cuestiones sin percibir nada a cambio”. Los afectados hacen un paralelismo con la empresa privada y se preguntan: “¿Se vería normal que una empresa privada tuviese a gente trabajando sin contrato durante, al menos, tres años? Quizá no tanto como que el colectivo predoctoral en formación lo haga en nuestras universidades”.

La Asamblea por el Futuro de la Investigación en Asturias denunció ayer otra vez “los retrasos constantes, ya sistemáticos se podría decir”, que se vienen produciendo con las ayudas “Severo Ochoa”. “Consideramos que no se debe aceptar la gestión ineficaz de los últimos años”, opinan. La convocatoria actual, que fue prorrogada por seis meses aunque Ciencia dice que no agotará ese plazo, se encuentra ahora mismo en la Agencia Estatal de Evaluación.