La Fiscalía solicita penas que suman 3 años y cuatro meses de prisión, y 6 años de prohibición de tenencia y porte de armas, para la expareja de Susana Criado, la mujer trans de 60 años que falleció por causas naturales debido a una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda de naturaleza cardiaca después de recibir un puñetazo y ser arrastrada por el suelo en un portal de Oviedo. El escrito de acusación de la Fiscalía ya ha sido presentado en el juzgado encargado de la instrucción del procedimiento, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Oviedo.

El acusado mantuvo una relación de pareja con Criado durante varios años, con convivencia, en Oviedo. Esta siempre fue difícil y eran frecuentes las discusiones entre ambos debido a los celos y al control que el acusado trataba de ejercer sobre su pareja, exigiéndole que le diera cuenta de todos sus movimientos, controlándole todas sus amistades y llegando a prohibirle la comunicación con determinadas personas que no eran de su agrado. Además, de manera reiterada y sostenida en el tiempo, y con intención de quebrantar la salud física y psíquica de su pareja, le dispensaba un trato vejatorio, humillante y amedrentador, obligándola a mendigar, lo que ambos practicaban, incluso cuando estaba convaleciente y en silla de ruedas. El procesado le advertía de que, si no lo hacía, la echaría de casa, logrando así su total sometimiento. También la golpeó en alguna ocasión, sin que la mujer acudiera a ningún centro sanitario para ser atendida.

Todo ello hizo que la relación de pareja estuviera caracterizada desde su comienzo por la situación permanente de dominio y poder del acusado, y generó un clima de sumisión y tensión en el ámbito familiar. Susana Criado permanecía cada vez más aislada, ya que el acusado se encaraba con cualquiera de su entorno que la apoyara, como ocurría con alguna de sus amigas que, conocedoras de la situación por la que atravesaba, trataban de ayudarla y la animaban a irse de la vivienda.

En estas circunstancias, en hora no determinada del día 12 de septiembre de 2020, se produjo una discusión entre el acusado y Susana en el domicilio familiar, en cuyo transcurso el acusado, visiblemente alterado y violento, comenzó a tirar muebles y objetos, le quitó 30 euros en efectivo a la mujer y la echó de la vivienda. Esto hizo que la mujer tomara la determinación de pedir ayuda a una de sus amigas, quien se ofreció a recogerla con su vehículo y a alojarla en su casa. Y así, sobre las 20,50 horas, cuando Criado se disponía a subir al automóvil, estacionado en la calle de su domicilio, al que había regresado para recoger sus enseres personales, se presentó el acusado y, tras agarrarla violentamente del brazo, la sacó del coche, empujándola al interior del edificio. Susana accedió a la zona de los ascensores y allí el acusado, con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó un fuerte puñetazo en la cabeza, la cogió del pelo y la arrastró por el suelo, quedando la mujer sentada contra la pared, muy fatigada y con dificultades para respirar. Los servicios de emergencia no pudieron evitar su fallecimiento, ocurrido por causas naturales debido a una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda de etiología cardíaca.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito violencia de género habitual, otro de lesiones de género, por los que solicita penas que suman tres años y cuatro meses de prisión y privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 6 años, más las costas.