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Asturias se prepara para el fin del estado de alarma: esta será la situación en la región tras el 9 de mayo

El Principado estira las prohibiciones para vacunar al máximo de personas antes del 9 de mayo

Asturias

Quedan prácticamente dos semanas para llegar al final del estado de alarma y son muchos los que se hacen la gran pregunta: ¿qué va a pasar a partir de ese momento en Asturias?  De momento, el Principado prepara una adaptación que mantenga vivo el sistema “4Plus” que ahora tutela las restricciones por concejos.

La nueva versión está todavía poco madura, toda vez que el avance que hizo ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández, únicamente precisa por ahora que “posiblemente los cierres perimetrales en vez de municipios puedan aplicarse únicamente en aquellas localidades en las que se detecte una situación concreta de mayor incidencia como consecuencia de un problema cualitativo”Habla de volver a confinamientos más “locales” que los de los concejos –Asturias empezó cerrando sólo los cascos urbanos de Oviedo, Gijón y Avilés en otoño–, pone como ejemplo de situación potencial de cierre la declaración de “un brote de una de las nuevas cepas” y precisa lo ya sabido de que en cuanto el estado de alarma decaiga “tendríamos que pedir ante la autoridad judicial una autorización para poner en marcha todas las medidas que afecten a derechos fundamentales”.

Sería el caso de los cierres perimetrales y de todas aquellas restricciones que limiten la movilidad o las reuniones sociales… Al acercarse a esa nueva coyuntura, eso sí, Fernández aún no concretó ayer si los nuevos cierres de ámbito inferior al municipal se plantearán por localidades o por áreas sanitarias. Se limitó a un “estamos trabajando en ello” acompañado por el anuncio de que “antes del día 9, con tiempo suficiente, vamos a explicar cómo será exactamente el nuevo sistema adaptado a la nueva situación”.

Cuando decaiga el estado de alarma, Asturias aún no dispondrá de la herramienta de la que empezó a dotarse ayer. El Consejo de Gobierno dio luz verde a la primera reforma de la ley autonómica de Salud, que entrará en la Junta para enfilar el trámite parlamentario sin tiempo de entrar en vigor antes del día fijado para el levantamiento de las restricciones del Gobierno central.

Por ahora, el Gobierno de Adrián Barbón no quiere correr riesgos y su objetivo es contener la propagación del virus ante la inminencia del fin del estado de alarma. De ahí su negativa a levantar las restricciones en los últimos días, fundamentalmente a la hostelería, antes del 9 de mayo, cuando expira ese marco legal nacional que permite los cierres perimetrales. A partir de entonces los expertos prevén una gran movilidad. De hecho, las casas rurales y los hoteles ya están registrando reservas para el viernes 14 de mayo.

Asturias tiene ya vacunada a casi la mitad de la población

El objetivo ahora se centra en ganar tiempo al virus con la vacunación, y acelerar al máximo el proceso para que dé tiempo, en la citada fecha, a tener vacunados a todos los mayores de 70 años, a los grandes dependientes y al mayor número posible de los mayores de 60. Es más, se trataría incluso de, si el suministro de vacunas lo permite, haber empezado con las personas de edades comprendidas entre los 66 y 69 años, que han quedado en una especie de limbo al modificarse la estrategia de inoculación.

“La vacunación en estas franjas de edad es fundamental, porque son las que predominan ahora mismo en los hospitales, tanto en planta como en UCI. Corre menos riesgo su vida, pero el tiempo de hospitalización es más amplio”, señalaron fuentes sanitarias.

Asturias tiene ya vacunada a casi la mitad de la población, y una de cada cinco personas ya se ha puesto las dos dosis. Nueve de cada diez personas mayores de 80 años están inmunizadas. “Hay que ganarle tiempo al virus. El objetivo es acelerar al máximo, todo lo que se pueda, la vacunación, no solo para conseguir que el 70 por ciento de la población esté vacunada en el verano, sino para que cuando decaiga el estado de alarma, si se puede, ya se esté vacunando incluso el tramo de 50 a 60 años”, resumió una fuente sanitaria.

“La velocidad de vacunación está condicionada por las dosis que se reciben. El objetivo básico de la campaña sigue siendo alcanzar el 70 por ciento de la población vacunada este verano, y cuanto antes se llegue mejor, porque solo con esos niveles de cobertura la vacunación va a tener un efecto apreciable en la incidencia. Hasta ese momento, la manera de controlar el virus sigue siendo las medidas de distancia, mascarilla y la identificación y aislamiento de casos y contactos”, concretó una autoridad sanitaria.

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