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La braña Buxana de Quirós, potencial arqueológico para la Asturias rural

La investigación del pasado verano en el yacimiento quirosano constató la ocupación continuada desde la Edad de los Metales de un territorio “importante” en el modelo de poblamiento agrario asturiano

Arqueólogos trabajando en la braña. Sara ARIAS

En la tierra de braña Buxana, en Quirós, hay mucha historia que contar. Tanta que los resultados de la primera campaña de excavaciones arqueológicas realizadas a lo largo del pasado verano por el Grupo de Investigación Llabor (Llaboratoriu Rural de Paisaxe, Historia y Patrimoniu) han evidenciado un uso continuado del lugar a lo largo del tiempo y han dejado una pista de actividad “bastante importante” durante el Calcolítico, en la primera Edad de los Metales. Es por eso por lo que, dados los resultados y la potencia arqueológica de Buxana, están ya planificando una intervención para el verano.

“Uno de los grandes resultados de la campaña de 2020 es la superposición de distintos niveles. Vemos que los espacios donde actuamos están ocupados continuamente, con distintos usos en los diferentes periodos históricos, lo que apunta a que son lugares importantes en el modelo ecosocial rural de los que poblaron Asturias”, explica Pablo López Gómez, de la Universidad de León y director de la excavación del grupo Llabor, que dirige la catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo Margarita Fernández Mier.

Cerámicas medievales encontradas en la braña Los Fuexos, en Belmonte.

Cerámicas medievales encontradas en la braña Los Fuexos, en Belmonte. Sara ARIAS

Lo que han documentado en los trabajos de laboratorio e investigación posteriores a la excavación es que la braña Buxana tuvo una estructura de grandes dimensiones, más grande que una cabaña, que supuso un intento de creación de un núcleo de poblamiento durante unos cien años entre la Edad Media y la Edad Moderna.

Se trata de una vivienda de la que se conservan las primeras hiladas de los muros y la techumbre vegetal, que apareció carbonizada en parte y está siendo analizada. También se han hallado restos materiales como cerámica y monedas, maravedíes de los Reyes Católicos. “Luego se vuelve a convertir en una braña tal y como la conocemos y se usó en los últimos siglos”, detalla el responsable de la investigación.

Restos de diversos materiales hallados en la braña Buxana.

Además, el equipo arqueológico ha constatado también un nivel de ocupación en torno al año 1100 y muchos materiales dispersos de la Edad de los Metales, que motivan la campaña de 2021. Láminas de sílex hablan de un uso prehistórico cuya investigación será definida en el próximo año.

Es un lugar con un gran potencial arqueológico que permite “explicar la historia de estos lugares que han quedado al margen de las investigación históricas y arqueológicas”. Se trata de una arqueología agraria rural en espacios de alta montaña que completa la información que Llabor obtiene en las intervenciones de Vigaña (Belmonte de Miranda), Villanueva (Santo Adriano) y Ambás (Grado).

Recreación en 3D de la vivienda instalada en la zona entre la Edad Media y la Moderna. Sara ARIAS

Los resultados de la campaña también han sido muy exitosos en la braña Los Fuexos, en Belmonte de Miranda, otro espacio de pasto de gestión comunal, al paso del Camín Real de La Mesa por la campa de Cueiro, donde también han certificado el uso prolongado en el tiempo de una estructura ganadera del siglo XVIII al XIX y de otra correspondiente a los siglos XVI y XVII por los análisis realizados a los cadáveres de animales encontrados. “Debajo aparece otro nivel con abundantes restos cerámicos que hemos datado en el siglo XIII, aunque no lo tenemos definido por completo”, comenta López.

El equipo arqueológico volverá al terreno en verano para completar la información obtenida hasta el momento en la que será la tercera campaña de la arqueología de los comunales en la cornisa cantábrica. El objetivo es dar a conocer la historia de esos espacios y el modo de vida de sus pobladores “para reivindicar el mundo rural y sus formas de gobernanza, revalorizarlo y, a través de la investigación, repensar qué entorno agrario podemos tener hoy en día”, destaca.

Láminas de sílex que apuntan a la ocupación de la braña desde la Edad de los Metales. Sara ARIAS

El director de la excavación apunta a las posibilidades que puede ofrecer la investigación para pensar, en el mundo poscovid, “no solo cómo queremos que sean las ciudades, sino también los pueblos”. Además, López cree que el potencial cultural de Asturias con este tipo de intervenciones arqueológicas en los espacios rurales es un recurso “muy importante. Permite incorporar los conocimientos de las poblaciones locales a los discursos históricos”.

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