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Investigación, divino tesoro | Álgebra, codificación y criptografía

El dato más vulnerable, blindado en internet

Fernando Rabanal estudia el valor de las informaciones en entornos de big data para acorazar, con códigos avanzados, aquellas que sean más sensibles: “Proteger todo al máximo nivel tendría un coste prohibitivo”

El profesor Ignacio Fernández Rúa, con su discípulo Fernando Rabanal en la pantalla del portátil, y la catedrática Consuelo Martínez, en la Facultad de Ciencias. | Luisma Murias

Fernando Rabanal Presa se define como una persona “patológicamente curiosa”, sobre todo, “con el mundo de los números”. Es científico de datos en Vodafone y el curso pasado decidió “robarle horas al sueño” para empezar una tesis doctoral a distancia –vive en Madrid– sobre criptografía personalizada en entornos de big data. Básicamente, lo que busca Rabanal es el valor de los datos y, en función de ello, proteger, con técnicas de cifrado más avanzadas, las informaciones más vulnerables. ¿Por qué? “Porque en grandes conjuntos de datos tiene que haber un balance entre seguridad y coste”, aclara por videoconferencia el ingeniero de telecomunicaciones. Si se protegiesen al máximo todos los datos para evitar fugas de información o ataques de hackers, que están a la orden del día, entonces el coste sería “prohibitivo”.

Rabanal quiere diseñar, a través de su investigación, un sistema que permita a las administraciones públicas y a las empresas escoger entre un esquema criptográfico u otro en función de la sensibilidad del dato. Su director de tesis, el profesor e investigador, Ignacio Fernández Rúa, pone como ejemplo las bases médicas. “En ellas hay un montón de pacientes. Pero sus informaciones no son igual de valiosas. E incluso dentro de cada paciente puede haber unos datos más sensibles que otros”, explica. Lo mismo ocurre, continúa, con los datos bancarios y las informaciones que manejan cada vez más sectores y empresas de menor tamaño –ya no es solo cosa de los gigantes–. El big data está hoy presente “en prácticamente todos los ámbitos de la vida”, y, en consecuencia, hay datos personales de todo el mundo viajando por internet.

El problema que hay, según apunta Fernando Rabanal, es que muchas veces todos estos datos masivos están sin proteger adecuadamente porque se quiere tener acceso fácil a ellos. “Nosotros queremos las dos cosas: que sean accesibles, porque se amplifica la potencia de los propios datos para transformar el mundo, y que a la vez estén protegidos”, cuenta. Pero hay un detalle importante: no todos los datos pueden estar al alcance de la mano de todo el mundo. La entrada a informaciones sensibles hay que ponerla “más difícil” para evitar robos por parte de los hackers. De ahí que su tesis hable de criptografía personalizada.

Este ingeniero de telecomunicaciones, de 35 años, está trabajando con bases de datos de la salud, de diversas patologías, y del ámbito financiero, al objeto de obtener una solución lo suficientemente variada. “La seguridad absoluta en esta vida no existe, pero no es lo mismo acceder a ciertos datos que a otros”, incide Fernando Rabanal. Se trata, por tanto, apunta la otra directora de la tesis, la catedrática de Álgebra Consuelo Martínez, de aplicar técnicas criptográficas –son una especie de códigos– menos potentes para la mayoría de los datos y técnicas de un nivel de protección mayor para informaciones sensibles, al entenderse que “un ataque sobre ellas podría paralizar incluso la vida de un país”. “Pero ese nivel de protección no se puede aplicar a todo”, insiste Martínez. Porque volvemos a su alto coste. ¿Y cuáles son esas técnicas más potentes? Las más utilizadas son las de cifrado en bloque, algunas de ellas estandarizadas en EE UU, pero, en realidad, no solo se trata de códigos, sino que se puede jugar, y eso es muy habitual, con otros aspectos, como la longitud de la clave.

Fernando Rabanal es natural de Valladolid, aunque por sus venas corre también sangre asturiana. Sus padres, y toda su familia, son de Asturias, más en concreto, de Langreo, por lo que “siempre he tenido una relación muy especial con esta tierra”, apunta. “Cuando surgió la oportunidad de estudiar el doctorado en Oviedo, en un campo tan apasionante como este y con tutores y miembros del departamento tan excelentes en el mundo académico, no dudé en aceptarla y comenzar estos estudios”, comenta. Rabanal es compañero de David González Martínez, el ingeniero asturiano que con tan solo 36 años es jefe de big data, analítica avanzada e inteligencia artificial en el Grupo Vodafone, y que recientemente ha sido seleccionado para formar parte del grupo de expertos de big data de la Comisión Europea. González es hijo, además, de los catedráticos Santos González y Consuelo Martínez, que lideran el grupo de investigación de Álgebra, Codificación y Criptografía del departamento de Matemáticas, al que pertenece ahora Rabanal.

El ingeniero realiza su tesis a distancia desde Madrid y la compatibiliza con su trabajo en Vodafone, en donde es científico de datos. “Cuando los datos se aplican a un problema concreto, se puede obtener conocimiento muy valioso de ellos sin renunciar a la privacidad de las personas. Mi cometido es el desarrollo de productos y servicios para los clientes, para que aprovechen ese conocimiento y obtengan un valor añadido”, detalla.

Fernando Rabanal confiesa que realizar una tesis a la vez que se trabaja “no es fácil”, pues al final “son horas robadas al sueño, a la familia, a los amigos...”. “Sin la comprensión, paciencia y ayuda de muchísima gente no podría tener ese tiempo”, admite. Va por su segundo año de investigación y, si todo sale bien, prevé presentarla dentro de dos años. Se decidió por la criptografía y el big data porque, además de estar relacionadas con su profesión, asegura que “son campos de aplicación donde los avances en la ciencia influyen directamente en las sociedades y contribuyen a su bienestar diario”.

Compatibiliza la tesis con su trabajo 


  • ¿Qué investiga? Fernando Rabanal trata de diseñar un marco de actuación que permita a las administraciones públicas y a las empresas diferenciar entre datos más y menos valiosos y proteger, con códigos más avanzados y que son más costosos, aquellas informaciones que se consideran más vulnerables.      
  • ¿Por qué es importante? Porque no existe ningún procedimiento que permita encontrar en big data un equilibrio entre seguridad y coste. La seguridad de los datos es fundamental para evitar fugas y robos por parte de los hackers, pero no todos los datos pueden ser protegidos al mismo nivel.   
  • ¿Cómo se financia? Rabanal compatibiliza la tesis con su trabajo como científico de datos en Vodafone. Está, por ello, dedicado a tiempo parcial a su investigación, que, no obstante, prevé sacar en tiempo récord: solo en cuatro años. Admite que compaginar su trabajo con la tesis no es nada fácil, pues supone “robar horas al sueño, a la familia y a los amigos”. 

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