“Captar, atraer y retener talento” en Asturias es uno de los objetivos del consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, que ayer anunció una inversión de tres millones de euros para impulsar la creación y desarrollo de al menos dos centros de investigación e innovación en grandes empresas asturianas. Se trata de una segunda convocatoria tras la buena acogida de la desarrollada en 2020.

Una de las claves para impulsar la fórmula I+D+i en el Principado es la colaboración público-privada, que permitirá además crear empleo. De ahí que el Ejecutivo regional aprobase ayer un incremento de la inversión, “que debe contribuir a alcanzar el 2 por ciento del PIB”, aseveró Sánchez.

Las ayudas serán gestionadas por el Instituto de Desarrollo Económico del Principado (Idepa), y “persiguen reforzar el papel de las empresas como polos de generación de innovación y conocimiento”. El Consejero de Ciencia e Innovación remarcó que “con esta iniciativa se invita a las compañías, especialmente a las grandes, a ejercer de elemento tractor de la economía a través de la I+D+i con el fin de aumentar la inversión privada en investigación e innovación, una de las apuestas estratégicas del Ejecutivo autonómico”.

La convocatoria de 2020 permitió financiar ocho proyectos: seis de las propuestas culminaron con la puesta en marcha de centros de I+D+i de las compañías PMG, Windar, Gonvarri, Idesa, Satec y Linter (Grupo Samoa), y otras dos pertenecían a instalaciones ya en funcionamiento de Arcelor-Mittal y ThyssenKrupp, que presentaron iniciativas de ampliación de actividad de I+D+i. La subvención se elevó hasta 4,9 millones para atender todas las iniciativas presentadas y movilizó una inversión total de 12,6 millones.

Borja Sánchez explicó que esta nueva convocatoria de tres millones de euros “busca impulsar la puesta en marcha de espacios que desarrollen proyectos competitivos capaces de generar riqueza y empleo en el sector científico y tecnológico”. Algunos de los requisitos exigidos para optar a las ayudas públicas son que la empresa beneficiaria cuente con una instalación propia dedicada a los fines de estas ayudas y garantizar un mínimo de diez trabajadores en el ámbito científico-técnico. La financiación está dirigida a facilitar la puesta en marcha de planes de investigación para mejorar la competitividad y la inversión en I+D+i, en el marco de la Estrategia Regional de Especialización Inteligente.

Los proyectos deberán disponer de una planificación basada en la innovación y con un impacto previsible sobre el tejido social, económico e industrial de Asturias en alguna de las dos categorías previstas: Investigación Industrial o Desarrollo Experimental.

Los centros de I+D+i empresariales asturianos se centran en trabajos relacionados con los materiales avanzados y sostenibles, el análisis de datos, la tecnología para redes, eólica marina (offshore), polo industrial del acero e incluso investigaciones vinculadas al envejecimiento.