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El “argayón” hunde a los camioneros: “más de una hora” de rodeo y 70 euros extra

El cierre de la carretera nacional por el derrumbe de Salas perjudica a los transportistas: “Es inconcebible tardar cinco meses en abrir un desvío”

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El enorme argayo que corta la nacional 634 entre Salas y Cornellana Irma Collín / Miki López

“Estamos indignados. Es absolutamente inconcebible que en pleno siglo XXI, con los medios técnicos que existen hoy en día, la N-634 permanezca cerrada durante cinco meses por un desprendimiento”, señaló Ovidio de la Roza, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte, Logística, Aparcamientos y Actividades Afines de Asturias (Asetra).

El sector del transporte asturiano se queja amargamente por los perjuicios que está generando el “argayón” de Salas y, sobre todo, por el anuncio de que el Ministerio de Transportes, titular de la carretera afectada, tardará cinco meses en habilitar un paso alternativo, y catorce en reabrir la N-634. Consideran que es en ambos casos “demasiado”.

De la Roza resaltó que el cierre de la N-634 por el argayo de Casazorrina está obligando a los transportistas a dar un rodeo de más de 40 kilómetros de recorrido y más de una hora en cada viaje. Y como casi todos son de ida y vuelta, el doble. Un rodeo que se debe realizar por carreteras “secundarias y en mal estado”, y que supone a los transportistas un coste adicional “de entre 60 y 70 euros por viaje”, subrayó el presidente de Asetra, que achaca la tardanza en habilitar el paso alternativo a la falta de dinero: “Si hubiera presupuesto la obra podría estar lista en un mes o poco más”.

La situación perjudica también a los trabajadores del sector por el límite de horas de conducción (el tiempo máximo diario no puede exceder de 9 horas, salvo dos veces a la semana que puede llegar a las 10 horas), ya que las casi tres horas de retraso que supone un viaje de ida y vuelta por el “argayón” les limita aún más el horario de trabajo. “Es tremendo que digan alegremente que habilitar un desvío provisional les llevará cinco meses”, indicó De la Roza, quien pidió al Gobierno del Principado que presione al Estado para que acorte los plazos.

Así es la nueva ruta a Salas

Así es la nueva ruta a Salas VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

“¿Para qué está el Principado? Tiene que hacer algo. Si esto hubiera ocurrido en otra comunidad autónoma no se atreverían a decir que van a tardar cinco meses”, dijo De la Roza. “Esto demuestra el escaso peso político del Principado en Madrid. Llueve sobre mojado “, concluyó el presidente de Asetra, que ahora espera que el desvío provisional que se habilite para salvar el “argayón” de Salas sirva a los vehículos pesados.

El presidente de la Central Empresarial de Servicios Internacionales y Nacionales del Transporte (Cesintra), Alejandro García Monjardín, manifestó también su indignación por los plazos anunciados a los alcaldes de la zona para reparar el argayo por la delegada del Gobierno, Delia Losa, y el jefe de la Demarcación de Carreteras en Asturias, César Fernández Nespral. Monjardín utilizó una expresión idéntica a la de De la Roza para expresar su sentir: “Es inconcebible el tiempo que van a tardar en habilitar el desvío y en arreglar el argayo”.

Los desvíos por el

argayo de Casazorrina

Tramo

cortado

Cornellana

Zona del

argayo

Salas

N-634

N-634

A-63

La Espina

AS-226

AS-359

Dóriga

Para turismos

Requejo

AS-216

AS-15

El Crucero

Soto de

los Infantes

Lorero

Para vehículos pesados

Oviñana

Tineo

AS-227

Rodical

AS-15

AS-215

Bebares

Soto de

la Barca

Los desvíos por el

argayo de Casazorrina

Tramo cortado

Zona del

argayo

Cornellana

Salas

N-634

N-634

A-63

La Espina

AS-226

Dóriga

AS-359

Para

turismos

Requejo

AS-216

AS-15

Soto de

los Infantes

Lorero

Oviñana

El Crucero

Para vehículos pesados

Tineo

AS-227

Rodical

AS-15

AS-215

Soto de

la Barca

Bebares

Subrayó que el corte de la N-634 está perjudicando “mucho” a los transportistas por el “rodeo tan grande” que se ven obligados a dar, por Soto de la Barca y Tineo, para ir, por ejemplo, al polígono de La Curiscada, que es uno de los puntos que más tráfico genera en la zona. Peor aún lo tienen quienes tienen Salas como destino. “No es una broma”, insistió Monjardín, “el perjuicio es enorme”. En su opinión, ejecutar “un bypass” no puede demorarse tanto: “Cinco meses es una salvajada”

Su deseo es que se recorten “todo lo posible” los tiempos de las obras, tanto las del desvío como las de la reapertura de la N-634, y, en caso de que no fuera posible, que al menos el paso alternativo permita el tránsito de vehículos pesados. “Solo nos faltaba que lo hicieran únicamente para los turismos”, añadió Monjardín.

Llavona: “No por destinar el cuádruple de dinero se tardaría la cuarta parte en acabar la obra”


La burocracia y los remates de la obra suelen ser los aspectos que más retraso generan a la hora de abordar trabajos como la reparación del “argayón” de Salas y la apertura de un desvío provisional para salvar el cierre de la N-634. Por eso los cinco meses para el paso alternativo y los catorce para reabrir la nacional no escandalizan a José Manuel Llavona, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, quien insistió, no obstante, en que desconoce “por completo” los detalles que rodean al desprendimiento de Casazorrina, por lo que se limitó a hablar “en general” sobre este tipo de tareas. “Cada percance es un mundo”, señaló Llavona, quien resaltó que lo que sí suelen tener en común son los pasos iniciales y los finales. Los iniciales, porque hay que elaborar un proyecto, buscar financiación, solicitar permisos y autorizaciones y, en ocasiones, expropiar terrenos. Así que “el dinero no suele ser determinante; esto es, no por destinar el cuádruple de dinero vas a tardar la cuarta parte en acabar la obra. No es proporcional”. Lo que sí ayuda es “una buena programación”, añadió. Llavona indicó que una obra parecida a la de Salas, el argayo de Fabares, en la autovía del Cantábrico, también tardó en ser reparado. Así que cinco meses no le parece “tan grave”, porque “tardarán al menos uno en la tramitación previa y otro en rematar la obra, así que quedan tres para los trabajos propiamente dichos”. En cuanto a los catorce meses para reabrir la N-634, indicó: “Seis meses de reparación no se los quita nadie, y antes habrá que proyectar y tramitar, y después rematar”. Cree que quizá pueda hacerse en menos tiempo, pero “tal vez no quieren pillarse los dedos”, concluyó.

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