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Plásticos y madera, el mal de las playas asturianas

Más de 300 desechos cada 100 metros: son los datos del rastreo en el arenal de Vega (Ribadesella), uno de los elegidos en una campaña anual contra la basura marina en España

Basura, en Vega Ángela Fernández

No solo es fea, sino también muy peligrosa y además cuesta dinero a las arcas públicas por todo su impacto en la naturaleza y la salud. Es la llamada basura marina, todo tipo de objetos que se pueden encontrar en las playas de diversos materiales (plástico, papel, residuos higiénicos sanitarios como las mascarillas, metal, madera, cerámica, ropa, vidrio o goma, entre otros). El Ministerio de Transición Ecológica está dispuesto a plantar cara a todos estos desechos con un control que se lleva haciendo desde 2014 a través del denominado Programa de Seguimiento para Basuras Marinas.

Son cerca de 30 playas en todo el litoral español las que se muestrean cuatro veces al año, de ellas 9 quedan en la costa noratlántica, la mayoría localizadas en Galicia. En Asturias, la playa de Vega (Ribadesella) ha sido la elegida como paradigma del litoral del Principado. El último informe no deja lugar a dudas: el plástico es el mayor mal que afecta a la costa asturiana y, por extensión, a la del resto del país.

Una mascarilla, en la playa de Vega. A. Fernández

En Vega se hicieron el año pasado tres muestreos (el de primavera fue anulado debido a la pandemia), divididos en uno que abarca 100 metros y otro de un kilómetro. En el arenal riosellano se localizaron 987 objetos cada 100 metros rastreados (una media de 329 por campaña) y de estos, el 94,6% fueron plásticos. Según el Ministerio, “aunque las proporciones relativas de estos materiales varían según las regiones, existe una clara evidencia de que las basuras constituidas por plástico son con diferencia el tipo más abundante”. La actividad turística y pesquera son mayoritariamente el origen de tales desechos, entre los que figuran tapas, tapones, colillas, bolsas de patatas, palitos de chuchería y multitud de restos pequeños no identificados.

En toda España el plástico ha sido el 71,8% de las basuras marinas en los programas entre 2013 a 2019. En el resto de Europa la cosa no va mejor, ya que los plásticos suelen llegar a índices del 90%.

Los plásticos se sustituyen por la madera cuando se muestra un kilómetro, en el que se identifica la basura mayor de 50 centímetros. En el informe ministerial se recoge que fueron hallados en todas las campañas un total de 23 objetos (una media de 8), en su mayoría madera (tablas, vigas). Esta supuso un 87% del total, seguida del plástico (cuerdas), un 13%. “No se detectaron gomas ni objetos textiles de más de 50 centímetros”, recogen los técnicos del Ministerio, que atribuyen las maderas localizadas a restos de la actividad pesquera, la acuicultura o el transporte marítimo.

En busca del origen

Precisamente el objetivo del programa es buscar el origen de la basura marina para tratar de evitar que llegue a las playas. Transición Ecológica advierte de que tales rastreos no reflejan ni indican la calidad ambiental y estética de las playas, ni sus condiciones higiénico-sanitarias para el baño.

Madera apilada tras la limpieza en la playa de Los Quebrantos, en San Juan de la Arena. Mara Villamuza

De hecho, las asturianas son unas de las que mayor prestigio gozan en la costa española por su calidad ambiental, lo que les hizo merecedoras el año pasado un total de 13 banderas azules. Con la temporada veraniega a la vuelta de la esquina en el litoral ya se han puesto manos a la obra para tener los arenales en perfecto estado. De hecho, la pasada Semana Santa Cogersa llevó a cabo la primera gran limpieza de la temporada.

Esto ha permitido que luzcan ya despejadas playas como la de Los Quebrantos, de San Juan de la Arena (Soto del Barco), o Santa Marina (Ribadesella), que suelen acumular una alta cantidad de basuras (maderas y plásticos, principalmente) al estar en la desembocadura de los ríos Nalón y Sella.

La playa de Aguilar, con el nivel de arena más bajo del normal, como se ve en el muro. Mara Villamuza

La pérdida de arena es otro mal habitual, que se producen anualmente y de forma periódica, en la costa asturiana. Muchas playas como Salinas (Castrillón), San Lorenzo (Gijón) o Aguilar (Muros) acusan por estas fechas desajustes que, se espera, de aquí al verano se corregirán.

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