Un enorme árbol de papel con 56 hojas adorna una de las paredes del colegio Virgen Reina, de Gijón. El tronco representa el nexo común, la enseñanza concertada, y las hojas, cada uno de los 56 centros asturianos que integran esta red. Ayer todos estos colegios celebraron el primer día de la patronal Escuelas Católicas para reivindicar “los valores de la concertada” y exigir un apoyo mayor de las administraciones públicas. “Todo son obstáculos a la labor educativa que hacemos. Y no pedimos tener ningún privilegio, solamente que se respete la elección de centro de las familias conforme a sus idearios”, aseguró la madre Rosario Benítez Calderón, directora del Virgen Reina, en el que se forman un total de 327 alumnos.
Benítez pone voz al resto de directores que conforman Escuelas Católicas. “Con los medios económicos que tenemos nos cuesta salir adelante. No nos favorecen en nada y nuestros estudiantes son alumnos asturianos también”, se queja. De hecho, no son precisamente pocos: más de 30.000. O dicho con otras palabras, “uno de cada tres niños de la región va a un colegio concertado”, como recalca Simón Cortina, presidente de la patronal y director del colegio Corazón de María (Codema) de Gijón. Precisamente, ayer Cortina se dirigió a esos más de 30.000 estudiantes a través de un vídeo que se proyectó en todas las aulas concertadas de Asturias.
“En un curso tan especial y tan diferente como este, Escuelas Católicas quiere que nuestros coles se sientan más cerca de nunca unos de otros. Somos red y compartimos nuestra razón de ser. Y eso nos une, nos solidariza y, sobre todo, nos hace más fuertes. Por eso, celebramos este día”, comenta Cortina. El lema elegido para esta festividad fue “Una educación de calidez”, porque, explica el presidente de la organización, “si algo caracteriza a nuestras comunidades educativas es la cercanía, el compromiso, las ganas y la pasión que ponemos en todo lo que hacemos”. “Educamos con el corazón y para la vida”, remató.
Con tantos frentes abiertos, con la ley Celaá por un lado y la escasez de recursos por otro, la madre Rosario Benítez subraya que es “muy importante ir juntos y luchar por lo nuestro”. “Del mismo modo que una familia tiene el derecho de llevar a sus hijos a una escuela pública, también lo tiene otra de llevarlos a un colegio concertado, en el que no solo ofrecemos valores humanos, sino también cristianos. Cuidamos su educación integral”, señala.
Al igual que el Virgen Reina de Gijón, los 55 centros restantes que forman parte de Escuelas Católicas elaboraron un árbol de papel y subieron sus fotografías a las redes sociales para compartirlas con el resto de colegios. De la concertada dependen hoy en día casi 3.000 trabajadores en Asturias.
