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Nava y Cabranes piden ayuda al Principado tras la granizada: “Los destrozos son muchos”

La tormenta del pasado lunes arrasó las huertas, pomaradas y plantaciones de arándanos de media Comarca de la Sidra

La granizada del lunes en Sariego. | Luján Palacios

Plantaciones de arándanos arrasadas, pomaradas cargadas de flor ahora completamente peladas, huertas con los ajos, las lechugas y las patatas reducidas a un amasijo informe de hojas. Es el panorama desolador que ha dejado en la Comarca de la Sidra la gran granizada del pasado lunes, que en apenas media hora acabó con meses de trabajo de los agricultores de la zona. Muchos de ellos tienen el campo como forma de vida y como sustento principal, y por eso hay ayuntamientos como el de Nava y el de Cabranes que se han puesto manos a la obra para pedir ayudas económicas al Principado.

Detalle de una huerta destrozada.

“Queremos que se declare al concejo como zona catastrófica”, reflexiona Gerardo Fabián, regidor de Cabranes, en vista de que la tormenta ha dejado a muchos de sus vecinos sin “unos ingresos que para muchos son muy importantes: hay gente que cosecha 40 toneladas de manzanas y no es una broma”, apunta. Por eso, ayer se colocaron bandos en todo el concejo para recoger información precisa con la que elaborar un informe de daños. “Queremos conocer de forma detallada todos los destrozos para proceder a solicitar ayudas al Principado, y esperamos que además esas ayudas sean flexibles y lleguen a todos, a los productores profesionales pero también a quienes tienen un huerto más doméstico; el daño es para todos”.

El alcalde de Nava, Juan Cañal, se puso el martes en contacto con Delegación de Gobierno y la Consejería de Desarrollo Rural para tantear la misma posibilidad, si bien “parece que no se dan las circunstancias para la declaración de zona catastrófica; en todo caso estamos en contacto para estudiar qué ayudas se podrían conceder por los destrozos”, explica. Cañal visitó ayer mismo dos de las tres explotaciones profesionales de arándanos que hay en el concejo naveto, ambas destrozadas, así como a una familia que vive exclusivamente de la huerta, para expresarles su apoyo y comunicarle que ya se están realizando los trámites oportunos. El Ayuntamiento ha lazando además un aviso a través del Facebook municipal para que todos los que hayan sufrido pérdidas se lo comuniquen al equipo de gobierno y poder actuar así de forma conjunta.

Mucha de la abundante cosecha de manzana de este año se ha quedado por el camino, y muchos ganaderos que ya habían sembrado el maíz para forraje se han visto obligados a iniciar de nuevo el trabajo para alimentar a sus animales.

El pesar de los agricultores: “Todo el trabajo y el esfuerzo se vinieron abajo en media hora”


P. NUÑO, Pola de Siero

El temporal de lluvia y granizo del pasado lunes dejó en jaque a la población de todo el centro asturiano. En apenas una hora fueron muchos los agricultores que vieron cómo el trabajo de todo un año en sus cosechas se iba por la borda: “De repente empezamos a oír unos truenos enormes y a sentir como si nos tirasen piedras en las ventanas, teníamos la tormenta encima”, comenta una vecina de Sariego que confiesa haberse sentido asustada y, sobre todo, preocupada porque “si duraba mucho la tormenta acabaría con todo lo que tenemos plantado”. El martes en el mercado de Pola de Siero hubo muchos afectados por la gran granizada del día anterior; sin embargo, hubo quien corrió mejor suerte. Celia Vallina, vecina de San Miguel de la Barreda (Siero), afirma tener conocidos a los que el temporal les ha causado muchos daños, pero en su caso “tuvimos mucha suerte y no nos vimos afectados para nada”. Vallina lleva tres años vendiendo en los mercados de La Pola y El Berrón, pero el resto de sus cultivos son vendidos a mayoristas por lo que, tal y como afirma, “hubiera sido un golpe muy duro si perdemos las patatas o los pimientos, que son nuestro medio de vida” Fueron varios los sierenses que bajaron a comprar en la plaza de la capital de Siero y que se echaron “las manos a la cabeza” cuando vieron “la que estaba cayendo” y pensaron “en todo lo que teníamos plantado”. Así lo narra un vecino de Argüelles, que cuenta con una pequeña huerta de uso personal y que se sintió “aliviado cuando pasó todo y vimos que no habíamos perdido nada”. Peor lo tuvieron los vecinos de la zona de Santa Eulalia de Vigil y Valdesoto, que vieron afectadas sobre todo sus plantaciones de fruta. A muchos de ellos solo les queda resignarse “porque el tiempo es así de impredecible y estamos en Asturias, no podemos asustarnos”, concluyen. Y esperan que los destrozos no vuelvan a repetirse.

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