Primer fin de semana sin estado de alarma y, a pesar de que las previsiones meteorológicas no son las mejores del año, de nuevo vuelven los turistas a Asturias. El Principado ha recibido hoy a decenas de visitantes que han decidido pasar aquí los próximos días. Muchos de los que visitantes provienen de Madrid, en donde mañana es festivo por celebrarse San Isidro. Los hosteleros y hoteleros acogen con los brazos abiertos a los turistas, necesitados como están de ingresos económicos en un año nefasto en lo económico como consecuencia de las restricciones impuestas por el coronavirus y los cierres perimetrales. No en vano desde octubre no se permitía entrar a Asturias un fin de semana completo a personas que no residieran en la comunidad.
La primera consecuencia por el aumento de los viajes ha sido el incremento de los precios. Volar a Asturias desde Madrid hoy a las ocho de la tarde cuesta 356 euros. Hacerlo de vuelta el lunes eleva el coste hasta los 231 euros por pasajero según la web de la propia Iberia. La patronal ha mostrado hoy su optimismo con la llegada de los turistas, que han hecho que aumenten considerablemente las reservas en Oviedo y Gijón y de forma menos notable en las zonas rurales.
Desde este pasado jueves las carreteras de Madrid tienen más del doble de movimiento que hace una semana. Según la Dirección general de Tráfico, los desplazamientos por carretera para salir de Madrid desde las 15:00 horas del jueves hasta las 13:00 de este viernes han aumentado hasta un 42% respecto a la semana pasada, en el primer fin de semana completo sin estado de alarma y con la movilidad permitida entre todas las comunidades autónomas. En este sentido, y ante el temor de que se vuelvan a repetir fiestas y botellones multitudinarios como los que se pudieron ver la semana pasada, tanto algunas ciudades como la propia DGT reforzarán la seguridad en calles y carreteras.
También la Policía estará vigilante en Asturias. La Delegación del Gobierno ya había informado de que se incrementarían los controles para evitar que se incumplan las pocas restricciones que siguen activas y que hay que cumplir entre otros negocios en la hostelería.