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Las obras del tercer carril de la “Y” llegan a Paredes y provocan retenciones en la zona

Los trabajos afectan ya a casi todo el recorrido entre Lugones y Matalablima, lo que hace que se vean afectados a diario miles de conductores

Obras para la construcción del tercer carril de la “Y” en la zona de Paredes, en la confluencia con la A-64 (Oviedo-Villaviciosa). | Miki López Ramón DÍAZ

Arañar un tercer carril a la “Y” había sido una vieja reivindicación del Gobierno del Principado, que el Ministerio de Transportes solo atendió hace un lustro y que empezó a hacerse realidad, con el inicio de las obras, a finales de noviembre de 2019. Los trabajos afectan ya a casi todo el recorrido entre Lugones (Siero) y Matalablima (Oviedo): han alcanzado la zona del polígono Espíritu Santo y la confluencia con la A-64 (Oviedo-Villaviciosa) en Paredes, una zona con un elevadísimo nivel de tráfico, lo que supone que decenas de miles de conductores se vean afectados cada día, y que no sean raras las retenciones en esa zona.

La ejecución del proyecto, con un presupuesto de 22,25 millones de euros y un plazo de ejecución de tres años, avanza a buen ritmo. Las actuaciones previstas consisten en la ampliación de las calzadas de la autovía, entre los enlaces de Lugones y Matalablima (del punto kilométrico 21,080 al 25,450, aproximadamente), en los términos municipales de Siero, Llanera y Oviedo, mediante la construcción de un tercer carril que tendrá seis metros de anchura y que ocupará parte de la actual mediana.

Asimismo, se ejecutará la remodelación de los enlaces de Lugones, Paredes y Matalablima, incorporando vías colectoras y carriles de trenzado que, según el Ministerio, incrementarán el nivel de servicio del tramo, “aumentando la capacidad y mejorando la fluidez y seguridad vial para los cerca de 57.000 vehículos que lo transitan a diario”.

El proyecto contempla que la nueva calzada sea, como la ya existente, de hormigón armado, pero será cubierta por una capa de pavimento fonoabsorbente, lo que, según los cálculos del Ministerio, permitirá reducir el impacto acústico hasta en un 75 por ciento.

Aunque el coste inicial del hormigón armado es más alto que el del aglomerado asfáltico, los expertos subrayan que su mayor durabilidad y menor mantenimiento lo convierten a la larga en una solución más económica. La “Y”, espina dorsal de las comunicaciones del centro de Asturias, fue la primera vía de España y de las primeras de Europa que se construyeron con hormigón armado.

La apertura al tráfico de la A-66 ocurrió el 14 de febrero de 1976. Su construcción se prolongó durante cinco años y supuso una inversión de algo más de 4.500 millones de pesetas (unos 27 millones de euros). La actual es la tercera gran reforma de la “Y”, después del tercer carril en el nudo de Serín y del carril para vehículos lentos en las inmediaciones del punto central de la autopista, en dirección a Oviedo.

El Ministerio de Transportes ha revelado a LA NUEVA ESPAÑA la situación actual de las obras. Se han ejecutado trabajos de demolición y retirada de firme existente en ambas márgenes del tronco, desde el inicio de la obra hasta el punto kilométrico 2,800, en Matalablima, así como labores de desbroce y excavación de desmonte en el mismo tramo, y trabajos de terraplenado.

También se realizan trabajos de levantamiento y desmontaje de barreras metálicas y desmontaje de la señalización vertical y los pórticos existentes; ampliación de obras de drenaje transversal; tareas en drenaje longitudinal, colectores y sus correspondientes arquetas de registro; y labores de ampliación de obras de drenaje transversal y longitudinal, colectores y arquetas de registro.

El enlace de la “Y” en Lugones, en obras. | Miki López

En el apartado de estructuras ya se ha ampliado el paso inferior de La Fresneda. Además, hace un mes se empezó a colocar la señalización horizontal y vertical necesaria para la siguiente fase de los desvíos previstos para la ejecución de los trabajos, que requería la ocupación de la franja entre la calzada en sentido Gijón y la vía de servicio que da acceso a la A-64 en sentido Santander, entre los enlaces de Matalablima y Paredes.

Los trabajos de instalación de la señalización vertical se realizan en horario diurno, mientras que los de adaptación de marcas viales y colocación de balizamiento se ejecutan por la noche, con corte de uno de los carriles de la A-66 a la circulación y paso por el que queda libre, las noches de domingo a lunes entre las 0.00 y las 6.00 horas, y las noches restantes (desde la noche del lunes al martes hasta la madrugada del jueves al viernes) entre las 22.00 y las 6.00 horas del día siguiente.

Asimismo se iniciaron los trabajos de control arqueológico de los movimientos de tierras previstos en el proyecto, y se colocaron las barreras de protección de zonas sensibles de los ríos Nora y Noreña. También se trabaja en la reposición de los servicios afectados de abastecimientos, líneas eléctricas y telecomunicaciones.

La construcción del tercer carril entre Lugones y Matalablima debería concluir a finales de 2022, pero podría retrasarse unos meses, puesto que los trabajos previos comenzaron en las últimas semanas de 2019, pero el movimiento de tierras no empezó hasta el 22 de junio de 2020, cuando llegaron las primeras excavadoras.

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