La confesión de Djilali Benatia, uno de los supuestos sicarios que mataron al concejal de IU de Llanes el 16 de agosto de 2018, allanó la investigación y llevó a la detención del resto de implicados. Pero Benatia, cuya defensa corre a cargo de Adrián Fernández, se desdijo luego y arguyó que, en el fondo, había confesado por las presiones de la Guardia Civil. Su defensa ha presentado un recurso de nulidad de las actuaciones, comenzando por el auto de la jueza de Llanes que autorizó mantener a Benatia aislado en prisión. Y es que considera que esta medida solo es posible en casos de terrorismo o criminalidad organizada. La sala de lo civil penal del TSJA abordará mañana jueves esta petición de nulidad, junto al resto de las cuestiones que ya fueron rechazadas por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, como la nulidad de las escuchas. La vista será a las once y media de la mañana y los cuatro implicados en el crimen, que se enfrentan a penas que suman un siglo de prisión, comparecerán por videoconferencia desde las prisiones en las que se encuentran, en Navarra, el País Vasco, León y Cantabria.

También fue rechazada la nulidad de la declaración de Jesús Muguruza, el amigo del presunto instigador del crimen, Pedro Luis Nieva, al que habría conectado con los sicarios. La defensa de

Muguruza, a cargo de Luis Mendiguren, sostiene que se le llamó a declarar como testigo y terminó autoinculpándose, sin que se le brindase la oportunidad de asistencia letrada, lo que supondría un caso claro de indefensión. Esta declaración despejó la resolución del caso, que ya acumulaba medio año de investigaciones.

Los cuatro implicados ya comparecieron por videoconferencia en las vistas celebradas en meses pasados, para decidir la prórroga de prisión. El otro sicario implicado, Maamar Kelii, defendido por Fernando Barutell, implicado por Benatia, niega haber participado en el crimen y haber escapado de la justicia a Suiza.