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Antonio Bahamonde Catedrático de Informática, Premio Nacional de Informática “José García Santesmases”

"Vamos a teléfonos más inteligentes, más domótica y un avance en los cuidados”

“Un alumno puede terminar la ESO sin estudios de informática; hicimos campaña para hacer obligatoria la asignatura, pero no lo conseguimos”

Antonio Bahamonde. LNE

Si algo demuestra la concesión del Premio Nacional de Informática “José García Santesmases” al catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la Universidad de Oviedo Antonio Bahamonde, es que ,“en Asturias, hay un grupo de personas muy importante a nivel nacional e internacional que hace que tengamos un papel relevante en el mundo de la informática; podemos ser importantes y lo estamos siendo”, según asegura el propio galardonado. Bahamonde cree, con el teletrabajo, no se ha innovado tanto durante la pandemia, y que urge tomar medidas para reducir la brecha digital, por ejemplo, con una asignatura de Informática que brilla por su ausencia en los institutos. Si se le pregunta por el futuro, asegura que “vamos a teléfonos más inteligentes, más domótica y un avance en los cuidados de los mayores gracias a la informática”.

–Su campo es el del llamado Aprendizaje Automático de las máquinas. Disculpe, pero suena a “Matrix” y la rebelión de las máquinas...

–Pues es algo bastante común que permite que las personas estén bastante agradecidas, como cuando se hacen predicciones del tiempo, viendo cómo ha sido el día anterior, o como cuando una plataforma te propone ver determinadas películas en virtud de las que hayas visto previamente.

–¿Hacia dónde nos dirigimos?

–Lo que viene es continuar con lo que ya tenemos. Hace unos años, nuestro teléfono no era inteligente. Ahora lo es y mucho, y hace cosas que nos parecen normales. Si le pedimos que nos traduzca, nos traduce, y si no lo hace bien, nos ofendemos. Pues vamos a mucho más de eso. También vamos a un avance de la domótica, la automatización de las cosas de casa. Y a una penetración indirecta de los sistemas que nos recomiendan ver películas o comprar cosas. Son cosas que casi no se ven y que están ahí. Y también será importante el avance en los cuidados, con la monitorización del estado de las personas mayores, anticipar necesidades y dilatar en el tiempo la entrada de las personas en las residencias, que es algo que se puede mejorar.

–¿Y el tan traído 5G?

–En puridad afecta a los sistemas de telecomunicaciones más que a la informática. Va a permitir seguir profundizando en el internet de las cosas. Al permitir la comunicación más rápida, podrá aplicarse a usos que requieran reaccionar en tiempo real, usos que precisen de una escasa latencia. Cuestiones como la planificación de las rutas de recogida de basura se puede hacer con la tecnología actual. El 5G sí permitirá la conducción de automóviles semiautomatizados.

–¿Y la digitalización?

–Es algo de lo que todo el mundo habla. No solo consiste en pasar de la hoja de papel al excel, es cambiar el modelo de negocio, aprovechando que tenemos los datos registrados digitalmente. Pero en esto iremos para adelante y para atrás.

–La pandemia ha permitido dar lo que parece ser un paso de gigante, con el teletrabajo, las videoconferencias...

–Una parte del trabajo telemático a distancia quedará, otra no, porque fueron soluciones de emergencia. Esencialmente, no se innovó en nada. En mi mundo, hablar por teleconferencia era de lo más habitual antes de la pandemia, lo normal. Quizá ahora se haya visto más su utilidad y que puede permitir las reuniones y los contactos sin que tener que viajar.

–Lo que también ha evidenciado la pandemia es la gran brecha digital que hay en nuestro país.

–Y que cada vez es mayor. En España es importante. El cincuenta por ciento de la población no tiene conocimientos básicos de informática. En Europa creo que ese porcentaje baja al 40 por ciento. Es menor, pero no mucho menor. Cuando presidía la Sociedad Científica Informática de España nos embarcamos en una campaña para que se impartiese una asignatura obligatoria de Informática en los institutos. No lo conseguimos y la Informática sigue sin ser obligatoria. Aunque parezca mentira, un estudiante puede terminar la ESO sin haber estudiado Informática. Los videojuegos no son Informática, ni tampoco escribir los deberes en un word. Una cosa es usar la Informática y otra conocer cosas de esa disciplina.

–También se le premia por su labor de gestión de la investigación. ¿Cómo estamos?

–La situación es penosa. Históricamente no hay una gran inversión, ni un esfuerzo nacional detrás. Las cosas nos vienen de fuera, tenemos un gran dependencia de productos que innoven, una situación de necesidad que se ha puesto más de manifiesto con la pandemia. Se investiga poco, con poca inversión y poca proyección, y es una situación que es fundamental que se cambie.

–¿Cuenta Asturias a nivel de Informática?

–Este año se inicia en septiembre el nuevo grado de Ciencia e Ingeniería de Datos que esperemos que cumpla con las expectativas de los estudiantes. Con este premio espero que se visualice en Asturias que hay un grupo de personas muy importante a nivel nacional e internacional que hace que tengamos un papel relevante en el mundo de la Informática. Podemos ser importantes y lo estamos siendo.

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