Las lanchas que se dedican a la pesca deportiva hicieron ayer sonar sus bocinas durante una media hora en el puerto deportivo de Gijón en una protesta contra la reforma legislativa que está preparando el Gobierno y que restringe el cupo de capturas que se permite en la pesca deportiva, tanto desde lancha como submarina.
Los afectados quisieron hacerse notar, con petardos y silbatos, contra una futura norma que contempla, por ejemplo, que el cupo diario en la temporada de bonito pase de cinco a tres capturas. Uno de los pescadores deportivos gijoneses, José Antonio Pena, explicaba ayer que alrededor de una cuarta parte de las embarcaciones del Puerto Deportivo se dedican a esta afición. Juan de la Cámara, otro usuario, recalcó que el verdadero riesgo para las especies marinas “están en los grandes pesqueros” y no en aficionados: “Apenas pescamos y nos quieren limitar aún más; no es justo”.