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Barbón pone la “audacia” de Asturias en 1808 como ejemplo ante la descarbonización

El Presidente reivindica “la autoestima y capacidad del Principado para construir el futuro”, al celebrar la declaración de guerra a Napoleón

“Asturias necesita rebelión, confianza y audacia”, proclama Barbón ante el nuevo giro industrial “que sólo puede ser verde y digital”

“Asturias necesita rebelión, confianza y audacia”, proclama Barbón ante el nuevo giro industrial “que sólo puede ser verde y digital” Gobierno del Principado / Elena Vélez

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“Asturias necesita rebelión, confianza y audacia”, proclama Barbón ante el nuevo giro industrial “que sólo puede ser verde y digital” Juan A. Ardura

El presidente del Principado, Adrián Barbón, pone “la rebelión, confianza en sí misma y audacia”, que tuvo Asturias en mayo de 1808 para enfrentarse a la invasión de Napoleón, como ejemplo y referencia ante la imparable revolución “industrial y económica” que supondrá la descarbonización. El presidente autonómico trasladó ayer este mensaje en la conmemoración del 213 aniversario de que la Junta Suprema declarase la guerra a Francia en Oviedo, un acto que tuvo lugar en el palacio del Conde de Toreno, en Oviedo, al que asistieron el presidente del parlamento autonómico, Marcelino Marcos Líndez; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli y el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, además de todos los portavoces de la Junta General, excepto Teresa Mallada del PP, que estuvo representado por la diputada Gloria García.

Barbón quiso que su discurso, en “nuestro particular día de la bandera”, la primera celebración institucional en Asturias del 25 de mayo de 1808, tuviera una lectura en clave de presente pero, sobre todo, de futuro: “Esta mañana no nos hemos reunido solo para conmemorar un hito en nuestra historia, sino para hablar de nuestro porvenir”, dijo el presidente del Principado, quien subrayó que “conocer y difundir aquellas jornadas de mayo en las que Asturias declaró la soberanía popular y se alzó rebelde contra el ejército más poderoso de la tierra no es un acto de ensimismamiento”. Y comparó la relevancia que en 1808 supuso que Asturias ,“haciéndose ama de su destino”, caminase a un cambio de orden económico, político y social nuevo, con las transformaciones que se avecinan ahora, “tan grandes, que asustan” porque, dijo en asturiano, “vamos camín d´una revolución industrial del revés: ensin carbón, ensin fumu, ensin chimenees”.

El presidente del Principado dio por hecho que “no podemos detener el reloj y darle un alto al tiempo, pedirle que nos conceda una tregua en su tránsito, que se detenga para esperarnos”, como no lo pudieron hacer los hombres y mujeres de la Asturias de 1808 ante la invasión del mejor ejército del mundo. Aprovechó la ocasión para “reivindicar la autoestima y capacidad de Asturias para construir su futuro”, una idea fuerza en la que ya había reparado en su discurso de toma de posesión al frente del Gobierno autonómico, hace ahora casi dos años. Y en gallego-asturiano, Barbón proclamó que “otra vez Asturias necesita hoy rebelión, fe en sí misma y audacia, confianza en sus propias fuerzas para ganar otro cambio inevitable, el de la transformación de nuestro paradigma industrial y económico, que solo va a poder ser verde y digital. Darle la espalda es inútil; negarlo, una insensatez; convertirlo en una oportunidad, un acierto”.

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Primera conmemoración del 25 de mayo en Asturias Luisma Murias

En el 213 aniversario de aquella Junta Suprema que plantó cara al invasor francés, el presidente de Asturias hizo ayer una defensa de la España autonómica que alumbró hace casi 40 años la aprobación del Estatuto de Asturias, que tendrá su cumpleaños el próximo mes de diciembre y que, a su juicio, ha resultado clave “en la modernización y el crecimiento de nuestro Estado de Bienestar y del sistema de salud, que hoy tanto valoramos y más tras la pandemia del coronavirus”. Barbón apeló al carácter apartidista de la celebración que, según confirmó “se repetirá todos los años”, para superar “un olvido” que no dudó en calificar de injusto y enorme. “En esta conmemoración cabemos todos y todas”, planteó el presidente del Principado, una idea que recogió y aceptó el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, quien puso énfasis en el valor añadido del consenso en momentos como el que atraviesa Asturias como consecuencia de la pandemia.

En el acto también tomaron la palabra el presidente de la Junta General. Marcelino Marcos Líndez planteó que la actual Junta General “es más heredera de la Junta Suprema, que declaró la guerra a Francia en el ejercicio de su soberanía popular”, que de la primera Junta General del Principado, “donde estaban representados los más poderosos, la nobleza y el clero, con acceso limitado”. El presidente del parlamento autonómico recordó que ese 25 de mayo de 1808 supuso el estreno de la actual bandera de Asturias, diseñada por Jovellanos, al frente del regimiento asturiano, pero sobre todo puso el acento en que, en esa fecha, “por primera vez en la Península Ibérica, se reconoce que el pueblo es soberano, la base de la democracia moderna”.

“Patas arriba Europa”

La jefa del servicio de Biblioteca, Documentación y Archivo, Josefina Velasco, fue la encargada de abrir este primer acto institucional en recuerdo de la Junta Suprema que plantó cara “al hombre que puso patas arriba Europa”. Josefina Velasco empezó explicando el papel de José María Queipo de Llano, el séptimo conde de Toreno, protagonista en el triple reto de aquella Junta “al asumir la soberanía, declarar la guerra a Napoleón e internacionalizar el conflicto, solicitando la ayuda a la Gran Bretaña”, en un texto al que dio lectura y que remató destacando la “feliz coincidencia” de la primera conmemoración oficial del 25 de mayo de 1808 con la fiesta local del Martes de Campo en Oviedo. Asimismo, también intervino Secundino Pereira, el presidente de la Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias, que dio color al acto con uniformes de la época, tanto del Regimiento creado en 1734, como de la Guardia de Honor de la Junta Suprema. “Son el resultado de años de investigación”, precisó Pereira, quien agradeció la decisión de dar carácter institucional a una celebración en la que su asociación lleva años empeñada “para poder divulgar parte de la historia de nuestra región”.

La sencilla celebración, presidida por un gran estandarte con la bandera de Asturias, tuvo como colofón la interpretación de himno oficial, el “Asturias patria querida”, que corrió cargo del gaitero Vicente Prado Suárez “El Pravianu” y de la tamboritera Eva Prado, muy aplaudida por los presentes, entre los que había representantes de todo el arco político regional.

Canteli: “Esta tierra necesita unidad, por encima de ideologías”

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli aprovechó la primera celebración institucional de la declaración de guerra a Napoleón para reivindicar la “colaboración leal” ante “las asignaturas pendientes” de la capital, al tiempo que abogó por una firme defensa de los intereses generales de Asturias, “por encima de ideas, partidos y banderas ideológicas”, en un momento histórico también especialmente complejo, como la actual pandemia.

Canteli fue fiel a su estilo. “Repito que no soy político, soy gestor”, manifestó a modo de preámbulo de su declaración de intenciones. “Quiero aportar mi granito de arena a un nuevo clima”, dijo el alcalde de Oviedo sobre la necesidad de “abrir la puerta para buscar consensos” porque, recalcó, “lo que es bueno para Asturias es bueno para Oviedo y lo que es bueno para Oviedo lo es también para Asturias”. Mostró su convencimiento en que “la gente buena siempre consigue entenderse” y apeló a “la colaboración leal” del Principado para abordar “las asignaturas pendientes de la capital”, entre las que citó expresamente “la Fábrica de Armas, la Ronda Norte y el Cristo”.

El alcalde de Oviedo se refirió igualmente al referente que, a su juicio, debe suponer el levantamiento de la Asturias de 1808 para las instituciones de la Asturias del siglo XXI. “Hoy no tenemos necesidad de ganar la guerra para frenar una invasión, pero vivimos una situación complicada que exige un gran consenso y un cambio radical en el clima, en la orientación y en el rumbo político de esta región”, planteó Canteli, quien hizo un llamamiento a la unidad: “Vivimos una situación que exige, como nuestros antepasados hicieron el 25 de mayo de 1808, que demos un paso decidido y valiente a la unidad y hacia el compromiso por el futuro de esta tierra, por encima de ideas, de partidos y de banderas ideológicas”. Y lanzó el guante del entendimiento a Barbón a quien le dijo: “sabes que soy un hombre de diálogo, al que no le gusta la confrontación”.

Alfredo Canteli, durante el acto. | Luisma Murias

La mayoría de partidos, a favor de que sea fiesta regional


La mayoría de los partidos con representación en el parlamento asturiano se mostraron ayer favorables a que la celebración del 25 de mayo de 1808, el día en que la Junta Suprema de Asturias proclamó su soberanía, declaró la guerra la Francia napolónica, el ejército más temido de la época, y decidió solicitar la ayuda de Gran Bretaña como aliado. Dolores Carcedo (PSOE) se mostró receptiva, Susana Fernández (Cs) no vio necesario introducir cambios en una fiesta regional, la del 8 de septiembre porque está “consolidada” mientras que Daniel Ripa (Podemos), Ángela Vallina (IU) y Adrián Pumares (Foro) se postularon a favor de que el levantamiento contra Napoléon sea considerada jornada festiva en un futuro. La portavoz de IU incluso pidio que el 25 de mayo pueda tener la consideración de día de la comunidad autónoma. El PP defendió que todo cambio que se haga sea fruto de un “amplio consenso”. Ignacio Blanco (Vox) dijo celebrar “esta versión más castrense y militar del presidente del Principado”.

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