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"Que lo pague bien caro quien lo hizo", dice la acusada del asesinato de su pareja en La Felguera

Las amigas de Marta Rama confirman que no estaba enamorada de Nelson, el asesino confeso de Iván Castro

Mara Rama y Nelson Dos Anjos, esta mañana en la Audiencia Provincial de Oviedo.

"Que lo pague bien caro quien lo hizo". Así se lo dijo a una amiga en conversación telefónica Marta Rama, acusada del asesinato de su pareja, Iván Castro, el joven que muerto con tres tiros en un garaje de La Felguera el 7 de diciembre de 2017. La frase se pudo escuchar en una de las audiciones que se realizaron esta mañana en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Oviedo. También se constató que no estaba enamorada de Nelson Dos Anjos, el autor material del crimen, sino de otro joven, conocido como Jose "el carni", que declarará a primera hora de esta tarde. Y a nadie, en ningún momento, se le pasó por la cabeza que ninguno de los dos hubiera tenido nada que ver con el asesinato. De hecho, todo apuntaba a un ajuste de cuentas por drogas. Un "cebo" que la propia Marta habría extendido para despistar a la Policía.

La sesión de esta mañana se centró en las declaraciones de las amigas de Marta Rama, que coincidieron en cuestiones básicas, como que ninguna sabía que los dos acusados tenían una relación más allá de la amistad y mucho menos que fueran pareja. También que él le dejaba dinero para cubrir las deudas que ella tenía en la panadería que regentaba en Oviedo, y que le había regalado un coche por su cumpleaños. Esto concuerda con la declaración de Nelson, quien en la primera sesión aseguró que por Marta había llegado incluso a abandonar su trabajo como taxista y que había acabado vendiendo las licencias de los dos taxis que tenía, en Morcín y en Riosa, para afrontar las deudas. "Se gastaba más de lo que entraba", aseguró.

Lo que no sabía Nelson es que todas las promesas de amor de Marta eran pura mentira. Las amigas de la acusada lo confirmaron en sus declaraciones. "Él estaba enamorado hasta las trancas, pero ella no", afirmó una de ellas. Coincidieron también en que ella negaba reiteradamente que hubiera algo más que amistad, y mientas que a él se le notaba "que estaba colgado de ella", Marta no mostraba ningún interés en público. Es más, le decía que la agobiaba y un día incluso le dijo que no lo tocaría ni con un palo.

Para convencerle de que matara a Iván, Marta le insistió a Nelson en que si él desaparecía podrían vivir juntos como una pareja normal, junto con el hijo que esperaban. Marta no le había dicho a ninguna de sus amigas que estuviera embarazada y desde luego nada de que tuviera pensamientos de estar con el ahora acusado.

Las testigos también señalaron que desconocían que Marta hubiera vuelto a vivir con Iván Castro, quien había sido condenado en 2011 por malos tratos. La acusada ya había declarado que lo mantenía oculto a todo el mundo por miedo a la reacción de su padre y por vergüenza. Todos pensaban que era soltera, que vivía con sus padres en La Felguera y que luego se trasladó a Oviedo por su trabajo.

En el transcurso de la sesión un testigo, hermano de una de las amigas de la acusada, declaró que había mantenido relaciones con ella solo una semana después del asesinato de Iván Castro y que estaba "normal". También declaró la dueña de una casa rural en Toledo a la que Nelson y Marta viajaron solo una semana después del crimen, y en la que actuaron como pareja.

La declaración de un amigo de Iván Castro fue probablemente la más dura. Aseguró que iba a su casa porque él prácticamente no salía, pero que cuando llegaba Marta se iba, porque ella ni siquiera saludaba. Y que después del asesinato ella le contó a él y a su pareja que lo hacía porque Iván era muy celoso y también que la maltrataba. A ellos y a sus amigas les relató, después del crimen, algunos casos de maltrato, como que una vez le pasó demasiado una pechuga de pollo y que Iván se la había tirado a la cara y la había hecho dormir en la terraza. Tampoco él podía pensar que ella estaba implicada en el asesinato. "Ni imaginarlo".

La exmujer de Nelson testificó ya a primera hora de la tarde. Los dos acusados escucharon su declaración parapetados tras unas mamparas porque ella pidió expresamente no verlos. Describió a su exmarido como un hombre "trabajador, muy trabajador, muy amable con todo el mundo, y siempre que podía ayudar lo hacía". Pero todo cambió cuando dejó su trabajo de fontanero y la construcción y empezó "con los taxis y la noche; ahí se transformó". Ella se enteraría posteriormente que él mantuvo una relación extramatrimonial con una empleada, precisamente una amiga de Raquel que después trabajó con ella en la panadería y que más tarde acabarían enfadadas.

Pero lo peor fue cuando Nelson se enamoró de Marta. Los bancos empezaron a llamar a casa porque no se pagaban las letras y no había dinero. "Siempre me mentía. Me decía, por ejemplo, que había tenido una avería muy cara en uno de los taxis, que no me preocupara, que todo se resolvería.... pero". El punto de inflexión que provocó el divorcio es que le llegaron unas fotografías de su marido en la habitación de un hotel. Después de eso, Nelson les confesó a ella y a su hija que estaba enamorado de Marta, y se produjo la separación.

Nelson y su hija se adoran, pero el padre se distanció y ni siquiera cumplía con los regímenes de visitas. "La niña apuntaba rayas de los días que su padre tenía que venir y no se presentaba", relató la exmujer.

Padre y hija recuperaron la relación meses después de que Nelson ingresara en prisión. En su declaración de ayer, el acusado aseguró que fue cuando su hija fue a verle por primera vez y le abrazó, cuando decidió contar toda la verdad y colaborar con la justicia.

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