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La repercusión del ataque del oso entre los vecinos de la zona: “Solas igual ya no nos atrevemos a pasear”

El grave encontronazo vivido el domingo marca un precedente insólito en la zona

Vicenta Martínez y Joaquina Rodríguez, ayer, al comienzo de su paseo vespertino en Sorrodiles por la carretera del ataque. | M. L.

“¡Hasta luego! ¡Que te vaya bien!”. Es lo que le dijo Vicenta Martínez, vecina de Sorrodiles (Cangas del Narcea), a una osa con dos crías con la que se encontró hace semanas cuando paseaba. No era la primera vez que le pasaba. En el valle de Cibea llevan toda la vida conviviendo con la emblemática especie. Saben qué deben hacer para que los animales guarden la distancia. Y hablar alto para que ubiquen al ser humano es una de las claves. Aun así, Vicenta Martínez no las tiene todas consigo tras el ataque sufrido por Carmen Suárez, residente en el vecino pueblo de Sonande y a quien conoce más que bien.

Tras una tormenta que dejó un chaparrón a la hora de la siesta, Vicenta sale de su casa. Cayado en una mano y paraguas en la otra. ¿Tiene miedo tras el ataque? “¡Qué va! Si me viene uno le doy con esto”, asegura esgrimiendo la vara y esbozando una sonrisa. Joaquina Rodríguez, vecina y amiga, también sonríe. Y acaba sumándose al paseo. “Pero que no nos engañe, que iba hacia abajo”, señala mientras Vicenta mantiene su gesto sonriente, aunque esta vez deja translucir que a su compañera de caminata le asiste la razón. Su intención era pasear hacia la parte más baja y no subir a Sonande por el tramo de carretera donde se produjo el ataque. Ahora, ya junto a Joaquina, cambia de idea y ambas se dirigen hacia allí. “Es que solas igual ya no vamos”, reconocen. El miedo es comprensible. El grave encontronazo vivido el domingo marca un precedente insólito en la zona. “Ya hay un par de vecinas que dicen que no saldrán de casa”, confirman en el pueblo. Una pena. La calzada que une Sorrodiles y Sonande es muy usada para caminar por los habitantes del valle. “Y hay rutas preciosas... ¿Pero quién se atreve a ir solo por el monte si pasó lo que pasó en la carretera?”, lamentan los vecinos.

La evolución de la herida

Carmen Suárez, la mujer de 75 años herida por un oso mientras paseaba entre los pueblos cangueses de Sonande y Sorrodiles, se recupera de las heridas sufridas en el hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea. Se encuentra "muy tranquila y animada" para luchar por volver a su vida normal. En su familia hay, ante todo, ganas de pasar página y "olvidar lo sucedido".

Todos los que la conocen coinciden en señalar que es "muy activa" y por eso está deseando poder dar por finalizado el trance pasado en el encontronazo con el oso cuanto antes. 

La mujer permanece ingresada a la espera de ser operada de la fractura sufrida en la cadera, para lo que los médicos han preferido darle tiempo con el fin de que se recupere antes un poco más de las heridas sufridas en el rostro por el zarpazo del animal.

Un ejemplar grande

“Era grande en comparación a lo que se suelen ver. Tiene que ser posiblemente un macho”. Así describe Miguel Fernández Otero, guarda mayor de la Patrulla Oso del Gobierno del Principado de Asturias, los datos que han recopilado sobre el oso propinó este domingo a una vecina de 75 años de Cangas del Narcea un zarpazo tras lo que parece un “encuentro fortuito”, en el que el animal se sintió amenazado y reaccionó movido por el miedo.

Fernández Otero explica que durante el rastreo por la zona han encontrado el rastro del animal y pelaje con el que poder identificarlo concretamente respecto al resto de plantígrado que hay por la zona.. “Encontramos de dónde salió, de dónde venía y hacia donde fue. Un kilómetro antes y después seguimos el rastro. Cogimos muestras de pelo para individualizarlo genéticamente. El objetivo del dispositivo de búsqueda, formado por miembros de la Patrulla Oso y el Seprona "es encontrarlo para vigilarlo visualmente y descartar que sea un oso problemático. Estamos totalmente seguros que fue un encontronazo entre el oso y la señora. El animal salió y se encontró a la señora en el camino y hay que descartar que sea problemático". Respecto a los vecinos, el guardar¡ mayor de la Patrulla Oso asegura que “son gente que se criaron entre los osos, ellos saben que no hay un peligro inminente”.

Los expertos insisten en que el ataque –el primero que se registra en la zona occidental de la Cordillera Cantábrica al menos desde los últimos 33 años– responde a un “accidente excepcional”, en el que “no hubo imprudencia” ni por parte del plantígrado ni de la mujer.

Buscan al oso que atacó a una mujer vecina de 75 años de Sonande

Buscan al oso que atacó a una mujer vecina de 75 años de Sonande MIKI LÓPEZ

“No nos encontramos ante un oso agresivo ni peligroso, sino más bien ante un oso sorprendido súbitamente”, explicaron las fuentes expertas consultadas por este periódico. Buena prueba de ello es que el animal “salió pitando” del lugar, es decir, no se cebó con la víctima, recalcaron. “El oso circulaba por un camino que da a la carretera y cuando se incorporó a esta, se encontró de frente con la mujer y tuvo una reacción bastante típica en los osos: levantarse sobre las patas traseras y lanzar zarpazos”, detallaron agentes del Medio Natural, que ayer inspeccionaron la zona. “La mala fortuna –continuaron– hizo que en este movimiento golpease a la mujer con la zarpa en la cara y después continuó corriendo, no se paró. Siguió carretera abajo y se encontró con los dos testigos, que se apartaron a un lado y el ejemplar continúo corriendo hasta que encontró un camino de huida y lo tomó”.

Dado que hay una persona herida –con la cara abierta y la cadera rota–, la Guardia Civil abrió ayer una investigación, en la que está colaborando la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. Desde primera hora, agentes de la guardería del Medio Natural, entre ellos miembros de la Patrulla Oso, así como técnicos de la Fundación Oso Asturias examinaron la zona del suceso y recogieron muestras de pelo. Estos restos genéticos permitirán determinar si el ejemplar del ataque fue un macho o una hembra. De lo que no hay duda es de que se trata de un adulto. “En estos momentos hay mucho movimiento de osos porque están en los últimos días de celo”, comentan los expertos. La Consejería mantendrá un dispositivo de seguimiento específico entre los pueblos de Sonande y Sorrodiles, pero en ningún caso está buscando al animal con intención de sedarlo y capturarlo.

La secuencia del ataque

A las 21.30 horas del domingo, Carmen Suárez, vecina de 75 años de Sonande, en Cangas del Narcea, daba un paseo por la carretera que une su pueblo con Sorrodiles, en dirección a esta última localidad.

El oso se encuentra con ella tras salir de la parte baja del valle.

Se alza sobre sus patas traseras y, tras dar un bramido, le golpea con la zarpa en la parte izquierda de su rostro, desplazando a la mujer hacia atrás.

Seguidamente, sale corriendo carretera abajo hacia otros paseantes, a los cuales rebasa.

Acaba huyendo escalando el talud al otro lado de la carretera.

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